El escrache a Martín Lousteau en Salta muestra el humor social con la dirigencia política. La crisis de seguridad tensiona el litoral. La base social sospecha de la política en organizaciones criminales, como el tráfico de drogas o la trata de personas. Mientras tanto la cumbre del poder aborda en Tucumán un viaje sin capitán.
La visita a Salta de Martín Lousteau como presidente de la UCR lo dejó pintado de rojo y expresa el hartazgo de una sociedad que no se traga más a dirigentes “opocialistas”. En la tarde del viernes el senador nacional llegó a la sede de calle Mitre, para erigir en el gobierno interno a una militante de consenso, y de esa manera intentar saldar el vacío democrático del centenario partido.
La acción era necesaria tras un año en manos de Miguel Nanni, como presidente de facto, impuesto en aquel momento por el emperador jujeño, Gerardo Morales, quien luego entregó la banda partidaria al joven economista. Una verdadera afrenta a la tradición democrática de los boinas blancas.
El incidente callejero se expone como un síntoma del hartazgo colectivo, donde los ciudadanos asisten al descarado abuso del doble discurso. Ya no es tan fácil engañar a todos, anunciando el rechazo de las leyes liberales que saquean los bolsillos argentinos, mientras se garantiza el quorum al gobierno. En su paseo por el norte el ex de Juanita Viale terminó bañado en tempera roja, cuando un militante radical de Cafayate, Silvio Aguirre, lo abordó minutos antes de llegar a la casa partidaria. Rulos, rostro, camisa, pantalón y zapatos. Un baño de tempera sobre la fina vestimenta.
Es evidente el aumento de la presión social, ante la debacle de principios y valores, en todos los espacios políticos. El elocuente escrache culminó con el vallisto demorado por unos momentos, y con el senador rojo de pie a cabeza. Una muestra gratis de cómo se despide el carnaval en nuestras tierras. Un carnaval de caretones cortando el bacalao, entre indios mal vestidos y sin caja. Una triste murga en el fondo. Vale decir que el dirigente nacional no presentó denuncia alguna contra su correligionario salteño. Por lo menos algo de caballerosidad les queda a los herederos de Leandro Alem, además de una estación de subte y una importante avenida.
Las manipulaciones internas en un radicalismo que lotea sus posiciones y candidaturas no se condice con los discursos republicanos, de quienes otrora fueron alternativa de poder. Lejos de aquellos días se presenta hoy reducido a expresiones de servilismo, como las de Rodrigo de Loredo, auto aumentos a mano agachada como los del propio Lousteau, o aterradores desgobiernos feudales, como el correntino Gustavo Valdes, que no es alternativa a nada, aunque TRATA. La no aparición de Loan Peña (5) sigue siendo un tema de Estado, y no pueden sacarlo de la televisión, puesto que todos los habitantes del país se preguntan finalmente quien nos defiende y hacia dónde va el gobierno responsable. La realidad económica y la violencia con la que se destruyen las instituciones, cuenta con participes necesarios en todos los espacios políticos.
Por eso en estos días, no solo el radicalismo entra crisis por sus coqueteos con el abismo del modelo deshumanizante nacional. Al igual que Leonardo di Caprio en el personaje de Jack, nuestra dirigencia de cercanía también festeja el boleto para abordar el Titanic en Tucumán. No parecen nuestros líderes muy interesados en las ciencias naturales. Después de todo, las piedras caen de arriba para abajo, pero también el fuego consume de abajo hacia arriba. Esto se pone caliente y no parecen enterados. Las respuestas las dio el mismo mercado argentino, cuando retiró plenamente su confianza al consolidado Gobierno de la Casta.
Contrariamente a lo que esperaban gobierno y cogobernantes, la aprobación de la ley bases no llegó siquiera a festejarse. Ahora los actores de la real politik deberán decidir si salen o no en la última foto del grotesco experimento. Por el momento serían 17 los gobernadores que asistirán a los festejos patrios de rigurosa vestimenta oscura, casi en un adelanto profético de los resultados sociales. Ninguno de los gobernadores pertenece al partido de los leones de “tuiter”. Casi todos bajo el argumento de la responsabilidad institucional caerán en la responsabilidad de sus actos.
Paralelamente algunas provincias salieron a mostrar opciones diferentes de gobierno y sobre todo de administración de la nuestra. El territorio soviético de Bs As, anunció que cubrirá los medicamentos oncológicos que La Rosada dejó de comprar, solamente por considerar al cáncer como un gasto público que debería ser privado. La montonera La Rioja no solo se rebela por una intervención interna, sino que le moja la oreja a nuestra liberal SAETA, sosteniendo subsidios al boleto popular, camino que también estaría siguiendo estos días Chaco, la tierna provincia del caballito. Para algunos dirigentes el boleto estudiantil no es algo a perseguir, sino a impulsar.
En cambio, los salteños afrontaron aumentos sostenidos del boleto de colectivos, sin que siquiera se limpien las unidades para prestar servicio. En el caso de la comparación, la empresa estatal salteña parece víctima del ajuste nacional (5,6%), pero también de una inepta administración local. Hasta los propios prestadores advirtieron sobre esta situación, mediante solicitada en el diario de Limache. Ni mencionar las abismales diferencias que hay entre las boletas de luz, para salteños no subsidiados y para estos habitantes bajo gobiernos, no tan obedientes de la marcha delirante que tomó el país.
Al igual que los radicales en su tinta, la población tarde o temprano perderá la paciencia y desconocerá a quienes disfrutan del poder y su enriquecimiento. Solo basta ver la movilización contenida en Corrientes, donde todo parece a punto de estallar. El descontento que representa un frasco de tempera roja en Salta, bien puede ser el resultado de muchas injusticias acumuladas. El mismo radicalismo que renueva autoridades en lo formal, también participa en la apropiación de tierras en el valle calchaquí, lo que debería ser conocido por el mediático presidente escrachado. Y estos pequeños síntomas, que aparecen en cuerpo ajeno, recuerdan la dinámica social, donde todo cambia, siempre.
Solo Gustavo Sáenz, parece mantener la vaca atada en su corral, con un Pacto para Vivir y un tercer mandato en el horizonte imaginario. Hasta el momento no aparece otra figura que pueda disputarle el llavero de Finca las Costas. Pese a esto a nadie escapa que en Salta y otras provincias los índices de pobreza e indigencia socaban la base de sustentación política de cualquiera.
La hibernación de algunos, como Alfredo “pala” Olmedo, reflejan esta realidad. Difícilmente la venidera campaña de medio término sea con los candidatos en caminatas callejeras. El horno no está para bollos, y el rumbo es aún más profundo a medida que esto continúe. Por el momento lo hacen continuar. Todos lo saben, pero nadie avizora la salida real. Mientras tanto, los protagonistas abordarán en el Jardín de la República uno a uno el libertario Titanic sin capitán, mirando detenidamente la ubicación de los botes. Pero no hay para todos….