Un pacto para vivir

General 09/06/2024 Por Maxi Ro
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Juan Carlos Romero, Gustavo Sáenz y Juan Manuel Urtubey

El “Pacto de Güemes” aparece como el argumento ideal para comenzar la campaña 2025, y a su vez, activar los organismos políticos locales, ante un inminente colapso de la gestión nacional. La fotografía de los tres gobernadores es la imagen que sintetiza tres décadas de la política salteña: Gustavo Sáenz, conduciendo las acciones. A su izquierda Juan Manuel Urtubey, sorprendiendo a todos, peinado y bien dormido. A la diestra inusualmente sonriente Juan Carlos Romero, cierra una imagen que dice mucho más que el epígrafe o la crónica de la cumbre. Una escena impactante del poder vernáculo. El pacto suma 29 años de gobierno salteño, sobre 40 de recuperación democrática. ¿Pero que hay detrás de la histórica foto? ¿Cómo sigue el pacto?

Pese a este lanzamiento rutilante del gobierno, el resto del armado oficial no logró los éxitos esperados. Hasta el momento no se sumaron los Partidos Políticos habilitados en la competencia provincial. Si bien en su mayoría los partidos ostentan un importante vaciamiento, siguen siendo las estructurales legales de la representación popular. Aún llenos de gatos y vacíos de contenido ideológico y doctrinario, los partidos políticos mantienen el monopolio de las listas y las elecciones.

Más allá de no haber logrado una foto similar con todo el arco de representación, la jugada del gobernador hasta ahora le entrega alta rentabilidad con poca inversión. En imagen, solidez y seriedad. En ese aspecto Sáenz se muestra robusto. Está arrancando su segundo periodo, y busca consolidar la conducción local al tiempo de concentrar un poder cooperativista (pacto) para negociar con el nacional, tanto en lo administrativo, como en lo estratégico o subterráneo. A nadie escapa que la aventura libertaria atenta constantemente contra sí misma, autogenerando un vacío de poder evidente, ya de por sí minoritario. “Mientras siga Milei con la lapicera, hay que negociar con Milei”. Esa es la consigna. Tan así que Gustavo Sáenz, para el próximo 17 invitó a la formula Milei/Villarruel a los actos en homenaje al héroe nacional salteño.

Paralelamente reimpulsa su gestión a nivel local, con apariciones públicas y gestos de absoluta humanidad, en una clara contraposición a la manifiesta crueldad hoy de la Casa Rosada. Una vez más, se juega todo en la arena política cuerpo a cuerpo, mientras la asfixia financiera es real. Y eso todos lo saben. El gobernador por ahora gana, con pocos goles, pero gana.

Por su parte, los dos anteriores ocupantes del Grand Bourg parecen posicionarse como únicos contrincantes estelares a la senaduría nacional 2025. Sin embargo, la ausencia con mayor presencia en todo esto, es la del sojero predicador. A nadie escapa que el hombre de la pala y la campera amarilla, no participó aun de los estratégicos movimientos.

El tiempo dirá si Alfredo Olmedo solo está agazapado esperando su momento, o si la pérdida de aceite en el Parlasur terminó de fundir su tractor alta gama. Para muchos la ausencia entre los presentes del rosarino indicaría cierta independencia respecto a los otros astros. El ex de Lucia Marengo, sabe muy bien, que el Senado Nacional solo reparte cargos entre dos listas, una ganadora y otra un poco menos ganadora. El resto todos pierden. Conoce bien el paño y especula con ser el tercero en discordia, solo si puede mojar en el arco del 2025. Y eso está muy lejos aún de tenerlo claro. Mas con el desastre que vive la Argentina desde que tomaron el poder. Hasta ahora se guarda y espera. No hace olas.

El resto de los actores comienza a desplegar su guion sobre el escenario. Sutilmente y haciendo gala de un tiempismo dinástico, Juan Carlos Romero, lanzó en la intimidad de su entorno algunas reuniones estructurales, por ahora en tono relajado y de diagnóstico. Pequeñas consultas con gente de confianza. Algún almuerzo, y dos o tres apariciones en público, marcan que está con bandera verde. Mira el terreno, tiene mucha experiencia. Lo cierto es que el ex gobernador también evaluaría dar por finalizada su actividad oficial al terminar su mandato. Décadas en el poder hartan a cualquiera, y disfrutar la navegación de la vida demanda dinero, pero sobre todo tiempo y decisión. Todo eso lo tiene. Hasta el patriota más responsable se vería seducido por recorrer un mundo tan diverso.

En otro lugar se encuentra el hombre que entregó la banda a Sáenz casi un lustro atrás, Juan Manuel Urtubey. Ya recuperado de su exilio posgestión, está lanzado a seguir colaborando con el país y la provincia. La senaduría nacional al parecer lo seduce tanto como el bourbon yankee. Mientras tanto renace mediática y públicamente en muchos espacios, sin grandes resultados, pero también con poca inversión. Su nombre fue abucheado en la sede de UTM en el acto de Guillermo Moreno, referente del peronismo ortodoxo argentino. A la par, se presentó en la cabalgata al General Gaucho unos días después. La solemnidad criolla de la foto, no pudo evitar el murmullo de la chusma, un poco desubicada su presencia en semejante acto oficial. Olor barato a oportunismo. Un hedor que la sociedad exige cambiar desde la pandemia. Pero el pescador de votos no se detendrá ante la primera marea. El creador de los Fondos de Reparación y del Bicentenario, actúa y sobreactúa compromiso y juventud. La ultima bala de plata de la oligarquía salteña. Poco nuevo para ofrecer, pero correrá la carrera. Sabe que es ahora. Tiene mucho por ganar y nada por perder. 

Así comienza Junio, un mes clave para el futuro del país, y sobre todo, del pago chico. En 2024 arranca el 2025, pero todo se define en 2027. Para la Argentina actual son como Cinco Siglos. ¿Serán igual? 

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