Esperando a Santilli: Jalil, Jaldo y Sáenz tejen un bloque propio para negociar con Milei

Política13/11/2025 Estrategia política
f638x638-529642_587809_4735

Mientras el peronismo intenta rearmarse y La Libertad Avanza busca consolidar poder en Diputados, una jugada en silencio empezó a tomar forma desde el interior profundo. Los gobernadores de Catamarca, Tucumán y Salta mueven sus fichas para construir un espacio propio en el Congreso y negociar de manera directa con la Casa Rosada, al margen de la conducción peronista nacional y cada vez más cerca del oficialismo libertario. La reunión que mantendrán este jueves Gustavo Sáenz y el flamante ministro del Interior Diego Santilli aparece como la bisagra para definir hasta dónde están dispuestos a llegar.

Según trascendió, el catamarqueño Raúl Jalil decidió poner el freno de mano y esperar el resultado del encuentro Sáenz–Santilli antes de dar un paso que podría reconfigurar de manera drástica el mapa legislativo: ordenar a sus cuatro diputados nacionales romper con el bloque peronista que conduce Germán Martínez para acercarse más al gobierno nacional. Si Jalil termina pegando el portazo, el bloque peronista perdería esas cuatro bancas y La Libertad Avanza quedaría a solo tres escaños de Fuerza Patria, que hoy sostiene con lo justo la primera minoría.

Pero la jugada no es aislada ni improvisada: es una estrategia de conjunto. Jalil viene coordinando movimientos con Osvaldo Jaldo (Tucumán) y Gustavo Sáenz (Salta). El tucumano ya dio una señal concreta al sumar al kirchnerista Javier Noguera al bloque Independencia, mientras las conversaciones parlamentarias apuntan a armar una liga de gobernadores con representación propia en Diputados.

El esquema en danza es el siguiente:

4 diputados de Catamarca (Jalil)
3 de Tucumán (Jaldo)
2 de Salta (Sáenz)
4 de Misiones que responden a Carlos Rovira, ya parte de Innovación Federal

A este armado podría sumarse la neuquina Karina Maureira, conductora televisiva que llegó al Congreso con la lista de Rolando Figueroa y retuvo la banca del MPN. En total, la bancada podría alcanzar unas 15 voluntades, suficiente para ser bloque bisagra entre La Libertad Avanza y el peronismo: ni oficialismo orgánico ni oposición dura, sino una tercera vía con precio propio para cada voto.

Sáenz entre el discurso de campaña y la realpolitik

En clave salteña, la movida no es menor. Sáenz aseguró en campaña que sus candidatos no se alinearían con el gobierno nacional, marcando distancia discursiva de Milei y su proyecto. Sin embargo, el tablero actual lo empuja a otro lugar: si el armado federal prospera y se acerca a la Casa Rosada, los diputados salteños podrían terminar votando en sintonía con el Ejecutivo a cambio de obras, fondos o alivio en un contexto de ajuste.

La reunión con Santilli, en ese sentido, funciona como termómetro político: si el ministro del Interior abre la puerta a una negociación diferenciada para las provincias del Norte, el costo de romper con el peronismo y reacomodarse como bloque dialoguista con Milei empezará a verse menos riesgoso para estos gobernadores.

No sería la primera vez que desde Salta el discurso preelectoral de autonomía frente a Nación termina moderado por las urgencias de la gestión y las necesidades fiscales. La pregunta es cuánto margen tiene Sáenz para seguir diciendo una cosa en el territorio y hacer otra en el Congreso.

Jalil marca la cancha al peronismo “conurbanizado”

En paralelo, Jalil ya dejó en claro que no se siente cómodo bajo la conducción del peronismo nacional. En una entrevista con LN+, el catamarqueño cuestionó la “conurbanización” del espacio y avisó que los gobernadores quieren recuperar capacidad de negociación propia:

“Si la agenda política la va a manejar el conurbano, probablemente las decisiones que tengamos con amigos y colegas como Osvaldo Jaldo… nos tienen que dejar a los gobernadores la posibilidad de negociar”, lanzó.
La frase no es solo un lamento: es una señal directa a la conducción peronista y, al mismo tiempo, un guiño al gobierno nacional, que necesita votos y ve en los mandatarios provinciales una puerta de entrada más ordenada que la interna atomizada del PJ.

El juego fino de no desaparecer

En este ajedrez, hay otro dato clave: los gobernadores saben que los bloques chicos corren el riesgo de desdibujarse frente al peso de La Libertad Avanza y el peronismo. LPO ya había anticipado conversaciones entre misioneros y salteños con el ex libertario Carlos D’Alessandro, que buscaba arrastrar detrás suyo a sus compañeros del bloque Coherencia (Marcela Pagano, Lourdes Arrieta y Gustavo González) y al MID de Oscar Zago.

Sin embargo, fuentes al tanto de las charlas ponen en duda que esa confluencia se concrete, al menos en los términos en los que se imaginó inicialmente. Lo que sí parece consolidarse es otra idea: unificar fuerzas provinciales para que cada voto cuente doble. En un Congreso partido al medio, ser 15 y no 3 puede ser la diferencia entre mendigar atención o sentarse a negociar cara a cara con el ministro del Interior.

Por eso, mientras en Buenos Aires se discute quién conduce al peronismo y cómo se planta la oposición, en el Norte los gobernadores juegan su propia partida. Y este jueves, cuando Santilli reciba a Sáenz, no solo estará en juego una agenda de obras o números finos del presupuesto: se estará midiendo también hasta dónde llega la capacidad de las provincias para dejar de ser furgón de cola y pasar a ser llave de gobernabilidad.

El resto dependerá de cuánto estén dispuestos a ceder en discurso, en identidad y en paciencia frente a una Casa Rosada que hoy compra caro lo que antes daba por descontado: los votos del interior.
 
 

Te puede interesar
Lo más visto