El "calvario financiero" que entró a Olivos | Un joven militar se suicidó y dejó una carta de despedida

La Quinta de Olivos, símbolo del poder y la máxima seguridad del país, se convirtió este martes en el escenario de una tragedia que estremece a la sociedad: el suicidio de Rodrigo Gómez, un soldado de apenas 21 años. El joven fue hallado sin vida con un disparo en la cabeza mientras cumplía funciones de vigilancia, dejando una carta que es un grito de auxilio póstumo ante un sistema que lo asfixió financieramente.

El contenido del mensaje es desgarrador: el soldado detallaba un auténtico calvario financiero. Según fuentes judiciales, Gómez acumulaba deudas cercanas a los dos millones de pesos con bancos y financieras. Para un joven en el inicio de su carrera militar, esa cifra se convirtió en una trampa sin salida, evidenciando la precaria situación salarial y la falta de contención psicológica dentro de las fuerzas para enfrentar la crisis económica actual.

¿Quién cuida a los que cuidan?

Resulta alarmante y amerita una crítica profunda que un efectivo encargado de la seguridad presidencial no haya contado con mecanismos de detección temprana ante su evidente angustia. Mientras desde la Vocería Presidencial se limitaron a emitir un frío comunicado de condolencias y a confirmar que la causa está en manos de la jueza Sandra Arroyo Salgado, la pregunta que queda flotando es cómo un soldado en ese estado de vulnerabilidad seguía portando un arma reglamentaria en un sitio estratégico.

La carta de Gómez no es solo una despedida a sus allegados; es una prueba de cómo la presión crediticia y la falta de horizonte económico están calando hondo en los sectores más jóvenes de las fuerzas de seguridad. La Justicia Federal investiga ahora los pormenores del hallazgo, pero el trasfondo social ya está a la vista.

Un sistema que asfixia

El perfil crediticio de Rodrigo es el de miles de argentinos que, ante salarios que no alcanzan, caen en el espiral de intereses de bancos y financieras. Que esta realidad haya irrumpido de forma tan violenta en la Residencia Presidencial de Olivos debería ser un llamado de atención urgente para el Gobierno sobre la salud mental y la situación económica de su personal como reflejo de la mayoría de argentinos y argentinas.

Gómez tenía toda una vida por delante, pero terminó siendo una víctima más de un sistema que, a menudo, parece más preocupado por los números de las planillas que por la vida de quienes sostienen las instituciones.

No estás solx

Es fundamental recordar que, ante situaciones de angustia o desesperación como las que lamentablemente atravesamos en estos tiempos, no estamos solxs. En Salta, existen redes de contención preparadas para escuchar y acompañar sin juzgar: podés comunicarte con el Servicio de Orientación y Apoyo Telefónico (0800-777-1355) o llamar al 911 ante cualquier emergencia de salud mental.

También podés acercarte al centro de salud o hospital más cercano, donde profesionales de salud mental están listos para brindarte el apoyo necesario. Pedir ayuda es el primer paso para encontrar una salida, y siempre hay alguien dispuesto a tenderte una mano.