





El Gobierno estableció por decreto que la entidad no puede prohibir a las SAD que participen de competencias ni expulsarlas de la actividad.
Con el objetivo de abrir el fútbol argentino a los capitales privados, el Gobierno avanza con la reglamentación para que los clubes puedan convertirse en sociedades anónimas, sin que esto suponga una sanción de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) o sus respectivas federaciones o ligas.
El presidente Javier Milei inició en diciembre el camino hacia la llegada de las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD), puesto que fue uno de los puntos incluidos en el mega decreto de desregulación de la economía, con el que el mandatario inició su gestión.
En este contexto, a través del decreto 730/2024 publicado esta madrugada en el Boletín Oficial, el Ejecutivo estableció: “Entiéndese por asociados de las asociaciones civiles mencionadas en el inciso 1), última parte, del artículo 77 de la Ley General de Sociedades N° 19.550, T.O. 1984 y sus modificaciones, a los asociados que participen en la asamblea extraordinaria de la asociación que considere la decisión de transformar a la entidad en sociedad anónima o resuelva ser socia de sociedades anónimas”.
A su vez, indicó que las asociaciones, federaciones y confederaciones deportivas tienen un año para cambiar sus estatutos en línea con las nuevas disposiciones. De igual forma, la normativa aclara que “independientemente de que estos hayan sido modificados o no y aun posteriormente, dichas asociaciones, federaciones y confederaciones deportivas no podrán impedir, dificultar, privar o menoscabar cualquier derecho a una organización deportiva, incluyendo su derecho de afiliación a una confederación, federación, asociación, liga o unión, con fundamento en su forma jurídica, originaria o derivada, si aquella está admitida por la Ley N° 20.655 y sus modificaciones y complementarias”.
“Las organizaciones integrantes del Sistema Institucional del Deporte y la Actividad Física que modifiquen o hubieran modificado su estructura jurídica adoptando algunas de las figuras contenidas en el artículo 19 bis de la Ley Nº 20.655 y sus modificaciones tendrán derecho a mantener su participación en toda competición en la que intervinieran bajo su estructura jurídica anterior y en las mismas condiciones que se encontraban con anterioridad a la modificación producida”, sostiene el decreto.
La AFA, con Claudio Tapia a la cabeza, mantiene una posición crítica al avance de las SAD. No sólo rechazó de manera pública el gerenciamiento empresario de los clubes, sino que emitió declaraciones formales votadas por asamblea y respaldó recursos judiciales para bloquear su puesta en vigencia. Más allá de esa posición adversa, un sector minoritario apoya un esquema de privatización parcial: lo promueve el presidente de Estudiantes, Sebastián “Bruja” Verón.
Horas antes de la publicación de la nueva reglamentación, el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzzenegger, aseguró que la AFA “no se puede negar” a aceptar a clubes que sean sociedades anónimas.
“La AFA en realidad tiene que cumplir, porque es parte del sistema deportivo de Argentina, y la Ley de Deportes te obliga a que vos no puedas rechazar un club independientemente de la forma jurídica con la que decida organizarse. Entonces, está toda esta discusión de si la AFA cambia de estatuto, pero bueno está esta cuestión que estaría violando la ley con la que lo rige”, sostuvo.


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