Inician las obras de recuperación de calzada en calle Corrientes

General12/08/2025 Mejoras en el macrocentro
Corrientes calle

El tramo del 800, entre Ituzaingó y Pellegrini, estará cerrado por aproximadamente 30 días. Los trabajos buscan reparar una calzada deteriorada por el intenso tránsito y el paso del tiempo.

La Municipalidad de Salta inició hoy las obras de recuperación de calzada en la calle Corrientes al 800, en el tramo que va desde Ituzaingó hasta Pellegrini. El proyecto, a cargo de la Secretaría de Infraestructura, busca reparar un sector que se encontraba seriamente deteriorado debido al intenso tránsito, el paso del tiempo, filtraciones de agua y la acción de las raíces de los árboles, que dificultaban la circulación de vehículos.

Los trabajos, coordinados por Dante Colombo, consistirán en la remoción de las losas de hormigón dañadas, la poda de raíces, la reconstrucción de la base con material granular y, finalmente, el hormigonado de la nueva calzada. Según se informó, el nuevo hormigón requerirá un período de fraguado de aproximadamente 20 días antes de su habilitación.

Debido a la magnitud de los trabajos, la calle Corrientes permanecerá totalmente cortada al tránsito vehicular durante 30 días, por lo que se recomienda a los conductores utilizar vías alternativas. La obra es parte de un plan integral de la Municipalidad para mejorar arterias clave que conectan el macrocentro con otros puntos de la ciudad, buscando garantizar una circulación más segura y fluida para todos los salteños.

Preocupación por la poda de raíces en árboles viejos

Si bien la obra busca solucionar el problema del pavimento, la mención de la "poda de raíces" ha generado una alerta en la comunidad. Cortar las raíces de árboles viejos, como los que se encuentran en el macrocentro, puede tener consecuencias significativas. Las raíces no solo son vitales para la alimentación del árbol, sino que también actúan como su principal ancla.

Un corte significativo en el sistema radicular puede comprometer la estabilidad del árbol, volviéndolo más vulnerable a caerse en días de fuertes vientos o tormentas. Además, el árbol podría sufrir un severo estrés biológico, lo que lo haría más propenso a enfermedades y plagas, y en el peor de los casos, podría provocar su muerte a largo plazo. Expertos en arbolado urbano señalan que estas intervenciones deben realizarse con el máximo cuidado para evitar riesgos futuros y daños irreversibles al patrimonio ambiental de la ciudad.

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