En Salta todos quisieron escuchar a Moreno: militantes, empresarios y políticos del poder local. El mundo es de los locos, de los distintos, si llegó uno como Milei, ¿por qué no uno como Guillermo Moreno?.
Lo que puede cambiar la historia en un año en Argentina es extraordinario. Si uno viera la postal de la visita de Guillermo Moreno en el 2023 en Salta, durante su gira como precandidato a presidente, sentado en unas mesas ordenadas improvisadamente en el ambiente sepia del bar Los Tribunales acompañado por dirigentes de la vieja guardia peronista y opositores al PJ local; y la comparase con las de ayer, encabezando un acto con los referentes de la CGT en Salta y otro con dirigentes del peronismo y la militancia local, con movileros pidiéndole cinco minutos para una nota y haciendo guardia a la salida de los actos, uno podría preguntarse ¿Qué pasó en el último año?.
Llegó en camioneta la noche del jueves y la recepción salteña comenzó con un fuentón de empanadas, como no podía ser de otra manera. La primera parada fue en Metán y lo recibió el intendente José Issa, junto a Moira Dantur, jefa comunal de Río Piedras, además de legisladores provinciales, funcionarios del departamento, que hicieron una comitiva de sesenta personas que hizo guardia a la espera del economista, que ni las bajas temperaturas de la noche torcieron su voluntad. Muchos comerciantes le confesaron allí que habían votado esperanzados a Javier Milei, pero que ahora se enfrentan a destrucción de sus propias pymes frente al avance de la política económica liberal. Hasta le contaron del trabajador del Correo Argentino que se murió de un paro, cuando recibió el telegrama de despido. De hecho, Dantur le contó que había viajado hasta La Rioja para escucharlo en un acto. “¿Vos estabas de rojo a mi derecha, no?”, le dijo Guillermo, mientras la intendenta confirmaba esto con asombro. “Tiene una memoria de elefante”, decían los presentes.
Así como en Metán, en Salta -y probablemente en el país- creció la imagen del “patriota” por el rol que comenzó a tener Moreno en el movimiento peronista, que por estas horas agoniza marcado por la desorganización de no poder construir una oposición efectiva al gobierno nacional. “No sólo acá, ya sucede en todo el país. No puede caminar por la calle, la gente lo para, lo saluda o le toca bocinazos y todos le piden una salfie. ‘Estamos con vos, Guillermo’, le dicen. Ya es un líder popular”, cuenta uno de su espacio.
En el último año, Principios y Valores comenzó a institucionalizarse en Salta. En la jornada del viernes recibieron la bendición de su conductor en la nueva sede de Balcarce 427 y se proponen reunir los avales necesarios para su constitución y así pasar a la segunda instancia, que es la de las afiliaciones. “A mi Moreno me encanta, pero cuando veo a sus discípulos, se me pasa”, se escucha en el murmullo de la audiencia de uno de los actos.
La banda morenista local la encabeza el ex vicegobernador y actual senador por Cachi, Walter Wayar, acompañado por dirigentes como el ex titular de la Cooperadora Asistencial de Miguel Isa, Eduardo Cattaneo, y dirigentes del Movimiento de Recuperación Justicialista, un espacio de militantes desencantados de la conducción del PJ saencista y del amplio lugar que sectores del progresismo ganaron en el peronismo argentino durante los últimos años, en esa disputa histórica por el sentido de este movimiento tan particular. Para ellos, el crecimiento de Moreno, también es palpable. Hace un año, el almuerzo que encabezó en Salta no tenía más de 30 personas y el acto en SUTIAGA llegó, con toda la furia, a 50 personas. Esta vez, en el mediodía del viernes se sirvieron más de 120 platos de locro y el acto en la UTM, convocó a más de 1000 personas.
Aparte del raid por algunos medios de comunicación, visitó la Universidad Nacional de Salta, donde dialogó con el rector Daniel Hoyos; allí, más de 200 jóvenes y docentes se acercaron a escucharlo. La CGT no quiso quedar afuera de su agenda, que también lo invitó a encabezar un acto junto a los secretarios generales Pedro H. Cruz de SUTOS; Martín y Jorge Guaymás de Camioneros; Gustavo Soto de UPCN, entre otros.
Hasta por el Concejo Deliberante llegó la gira morenista, donde fue recibido por el concejal José “Torito” Albornoz y la ex edil Liliana Monserrat, quienes le expresaron su apoyo y colaboración en Principios y Valores. El edil del bloque oficialista Vamos por Salta recordó su historia y la de su padre, que trabajó con Walter Wayar años atrás.
El clímax fue en la UTM -sindicato que no comulga con la CGT de Carlos Rodas-, que encabeza Pedro Serrudo, pero que contó con la presencia – para nada desapercibida- de Manuel Santiago “Indio” Godoy, presidente del partido Igualar; el diputado provincial de UxP Emiliano Estrada, la diputada MC Verónica Lia Caliva; y hasta históricos dirigentes del interior como el “Barba” Díaz. De hecho, el ex gobernador que anda pidiendo pista en los medios, Juan Manuel Urtubey, mandó sus respectivas salutaciones donde aseguró “que la revolución será peronista, o no será”, como supo decir Eva Perón; lo que recibió como respuesta los abucheos del público, mientras el locutor trataba de leer el documento.
Militantes del PJ y del PV no faltaron, una muchedumbre huérfana y sin conducción que comienza a buscar respuestas, frente al silencio de referentes nacionales y locales. Es en este escenario de vacío en la discusión política que gana vuelo un político que vuelve a instalar el “viejo” discurso peronista. “Eso sí, del Partido Justicialista no había ninguno, si son todos AP de Gustavo Sáenz ahí; acá vinieron los peronistas de verdad y con sus propios recursos”, decía uno de los viejos del armado. Al peronismo local mucho no le gustó el evento, puesto que el propio Antonio Hucena, secretario general del PJ, comentó en la foto que el periodista Alexis Miranda publicó con Moreno “que vuelva al geriátrico”.
La gira del “Guillote” cerró con una exclusiva cena con el vicegobernador y presidente del partido PARTE Antonio Marocco y el ex intendente y candidato a gobernador Miguel Isa, innegable dirigente pejotista, junto a otros conocidos del mundillo; donde intercambiaron opiniones sobre la situación del país, la provincia y hasta la ciudad. Querían escucharlo, saber qué tiene para decir. Le entregaron libros y regalos, y lo felicitaron por el debate que encabeza en el peronismo. Hasta referentes del poder local hoy quieren la palabra de Moreno; si para los momentos que atraviesa el país “no sobra nadie”, diría él mismo. Desde el riñón de Principios y Valores aseguran que los interesados en Moreno en Salta son muchos: “Ahora todos me llaman porque se dan cuenta que el peronismo con Guillermo resurge”.
En la mañana del sábado el economista partió a Jujuy y le dio la venia al cacheño Wayar, quien en el último tiempo, tomó las riendas de PyV ¿Quién hubiera dicho, hace un año atrás, que el peronismo salteño ovacionaría así al loco que se hizo fama de negociar con empresarios -supuestamente- con una pistola en la mesa? ¿Por qué crece un hombre que no hizo piso en las PASO del 2023, pero ahora hombres de la política piden unos minutos con él?
“¡¿Quién es el gobernador de Salta?!”
Aunque no le gusta meterse en la discusión política de las provincias, frente a la insistencia, decidió opinar sobre el rol de Salta en el debate nacional: “A Sáenz no le va a gustar, pero no es un gobernador que se escuche a nivel nacional ¿por qué pensás que saben quién es el gobernador de Salta?”, dijo en Cadena Infinito. “Él piensa”, aseguró, como chicaneando al mandatario local en su afán de resonar por fuera de su territorio con su Pacto de Junio. “De Salta se habla, pero ni saben del gobernador”, agregó, aunque advirtió que es una indiferencia a la que somete este gobierno nacional a todos los mandatarios provinciales.
Sobre traiciones, no quiso hablar y por el contrario asegura que “hoy no sobra nadie”. Por eso, cuando Jorge Guaymás en el acto de la CGT acusó de traidores a “Scioli, Pichetto, Urtubey y Juan Carlos Romero”, el economista sólo atinó a reforzar sus expresiones faciales. “Todos los dirigentes se amalgaman en la doctrina, es vertical el movimiento; ahora estamos yendo de abajo para arriba”, dijo, con relación a la crisis de conducción que propone un escenario para nuevos conductores. “Por eso venimos a Salta a decirles que todos son importantes”, deslizó en su afán de abrir el juego.
Su discurso, lejos de los lavados y consignas vacías, vuelve a los principios peronistas: habla de categorías como “pueblo”, “la verdad” y “del amor y la paz”. “Hay que volver a hablar fácil, con palabras graves y agudas, no esdrújulas”, le aconsejó a la multitud en la UTM, a quien convocó a militar doctrinariamente contra el gobierno nacional y aprovechó para burlarse del discurso progresista. Su alocución es divertida y cargada de política, y mientras cita un concepto de hace 70 años, también tira que “la diferencia entre un acto radical y peronista es que en el peronista se besan, salen abrazados y después siguen de joda”.
Advirtió que “mucha parte del pueblo se volvió a desorganizar” y que “la masa organizada es pueblo”; “si el pueblo sale a la calle, es como la pasta dental, cuando sale no la volvés a meter más”. Pero también habló de política internacional, de la influencia del peronismo a nivel mundial y de la importancia de “volver a organizar” a la sociedad. Las anécdotas sobre las “cometas” que recibía siendo secretario de Comercio con Cristina no faltaron, ni las historias del Moreno joven que pareciera hablar con la añoranza de otras épocas, aunque moviliza la esperanza con la que se refiere al futuro.
Entre tantos disparadores, habló de la religión. “Milei volvió a traer a la discusión a Dios, habla de las fuerzas del cielo ¡Pero si nosotros tenemos jefa espiritual, muchachos! No nos olvidemos”, decía entre los aplausos en la Tucumán 448. Además, reivindicó al Papa Francisco que habla de “la historia que escriben los pueblos”. Le habló a los jóvenes y de alguna manera, trata de hablarle a las mujeres -que, cabe aclarar, no fueron mayoría en los actos-. Destacó la importancia de contar con “un subsidio al ama de casa”, como en algún momento propuso Evita; y hasta reclamó que se debería cantar más la marcha “Evita Capitana”.
Sobre el gobierno nacional, no descartó que “el próximo presidente sea elegido en asamblea legislativa”, “porque este tipo está chapita”, como suele decir en los medios nacionales. El debate económico fue transversal en su alocución, destacando, como siempre, la importancia de “hacer costos”, de planificar y de ser “en economía, capitalistas; y en la distribución, justicialistas”. Sobre el “boom” de la minería no evitó expresarse: “Tiene que cuidar la “casa común”.
“Nosotros hablamos de la libertad, no es la libertad de morirte de hambre; nosotros somos los de ‘un gobierno esclavo de un pueblo libre’. Es una palabra que tenemos que recuperar”, enfatizó. “Muchos de los que están acá, van a tener nietos que van a peronizar el mundo y cuando el mundo sea peronista, recién ahí los salteños van a haber terminado su trabajo”, se despidió, ovacionado por un público eufórico.
El mundo es de los locos
Afuera del acto, unos hombres charlaban, después de escuchar a Moreno: “Te aseguro que, si el año pasado antes de las elecciones alguien te decía que ganaba Milei, vos no le crías. Entonces, ¿por qué no puede llegar un loco como Moreno?”.