La “monstruosidad” sin número: Sáenz, los planes sociales y la cuenta que nunca llegó

General12/08/2025 Política
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En el set iluminado de La Nación+, Gustavo Sáenz se acomodó en la silla y lanzó su propuesta como quien tira una piedra al río esperando el eco: “Saquemos los planes sociales de una vez por todas a todos los extranjeros que no residen en el país. ¡Es una monstruosidad de plata!”.

La frase sonó fuerte, con tono de solución simple para un problema complejo. Sáenz incluso le puso un destino al dinero que, según él, se ahorraría: mejorar las jubilaciones. Hasta ahí, la historia parecía cerrar.

Pero el periodista, con la natural curiosidad de quien busca la otra mitad del argumento, preguntó: ¿de cuánto dinero estamos hablando? El gobernador hizo una pausa, miró al frente y, sin titubeos pero sin respuesta, dijo: “Esa evaluación la tendría que hacer ANSES”. No hubo cifra. No hubo estimación. Solo la insistencia: “Son muchísimos”.

Así, la entrevista dejó en el aire una postal frecuente en la política argentina: promesas y titulares que se viralizan antes que los datos, diagnósticos que se construyen más con impacto que con planillas. Una “monstruosidad” de dinero que, por ahora, solo existe en la narrativa.

El talón de Aquiles: cuando la política se lanza sin red

Si la política es un escenario, los asesores son los apuntadores invisibles que deberían garantizar que el protagonista no olvide el libreto. Sin embargo, en este caso, como en otros recientes, el guion parecía incompleto. Lanzar una propuesta con potencial impacto social y mediático sin cifras de respaldo es un error de comunicación y de gestión que termina debilitando el argumento y exponiendo al gobernador a un contragolpe inmediato.

La improvisación no es un pecado menor en tiempos de sobreinformación: una frase sin datos dura lo que tarda un periodista en repreguntar. Y cuando la respuesta es un vacío, ese vacío se convierte en la noticia.

El antecedente más fresco está a la vuelta de la esquina: el fallido proyecto que pretendía trasladar a los jubilados del Instituto Provincial de Salud de Salta al PAMI. La iniciativa se anunció con fuerza, pero la resistencia de múltiples sectores y la falta de un trabajo previo sólido obligaron a Sáenz a retroceder. No solo eso: el giro de timón vino acompañado de acusaciones de sobrefacturación en clínicas, un cambio brusco de discurso que dejó en evidencia la ausencia de una estrategia integral y la necesidad de explicar —a posteriori— lo que no se había previsto antes de enviar el proyecto.

En ambos casos, el problema no es solo la medida en sí, sino la manera en que se la presenta. Un equipo político que prepara a su líder debería anticipar las preguntas obvias, disponer de información verificable y diseñar una narrativa que resista más de dos repreguntas. Cuando eso no ocurre, el costo no se mide solo en imagen: la credibilidad se erosiona y cada anuncio futuro parte desde una posición más frágil.

En política, las ideas pueden nacer en caliente, pero las propuestas que se anuncian en público deberían llegar frías, es decir, con la temperatura exacta de la preparación, el dato chequeado y la consecuencia prevista. De lo contrario, cada frase termina siendo una piedra lanzada al río… que no genera eco, sino un chapuzón involuntario.

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