

El gobernador Gustavo Sáenz volvió a marcar distancia con los libertarios salteños, a quienes acusó de haberlo hostigado pese a que él acompañó al presidente Javier Milei “con responsabilidad cívica e institucional”.
Sáenz recordó que fue uno de los pocos mandatarios provinciales que apoyó leyes clave como la Ley Bases, la moratoria y el blanqueo, “para que el gobierno nacional pueda llevar adelante el plan económico que la gente votó”. Sin embargo, apuntó que, mientras él sostenía la gobernabilidad desde la Casa de Gobierno salteña, en su propio territorio recibía “calumnias, injurias y faltas de respeto” de dirigentes libertarios locales.
“Uno dice: acompaño a tu gobierno y vos me matás en mi provincia… ¿A cambio de qué? Quizás de nada, pero por lo menos esperaría consideración”, lanzó. También criticó que no reconozcan medidas como el cobro a extranjeros en la salud, el combate al narcotráfico o la llegada de fuerzas federales a Salta.
El mandatario cerró con un mensaje de fondo: la política nacional, dijo, es “ingrata” y muchas veces paga con ataques el apoyo que recibe, dejando la pregunta abierta sobre hasta dónde vale inmolarse por un proyecto que no devuelve respaldo.







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