El gran lobbysta: Tabaco, peronismo y dólares para Tuty

El gran lobbysta de los empresarios tabacaleros hoy no sólo administra los fondos millonarios del tabaco y frena o habilita los debates legislativos en la Cámara de Diputados; sino que también, llega con su impronta de un perfil bajo, pero administrador del poder, a presidir el Partido Justicialista salteño. Juan Carlos Romero y Juan Manuel Urtubey llegaron al gobierno por otro partidos y luego, desembarcaron en la presidencia del justicialismo; sin embargo, Sáenz prefiere tener a sus hombres de confianza, con la simple tarea de administrarlo. En agradecimiento, el gobernador presionó a Massa por un “dólar tabaco” que garantice negocios rentables a los empresarios locales.

07/04/2023 Peperina
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Pasó desapercibido los cuatro períodos, casi 16 años que ocupó la banca en diputados que le correspondía a La Viña. Representa y conduce a los tabacaleros y principales empresarios de la producción del sector, codeándose sin resquemores con el poder. Este sábado, como por decantación, será presidente del justicialismo salteño. Esteban Amat, "Tuty" como popularmente se lo conoce en los pasillos de la legislatura salteña, de la Cámara del Tabaco y del PJ, va en búsqueda del sexto mandato consecutivo, en el frente Vamos Salta. Un gestor poco sobresaliente pero efectivo para el esquema de Gustavo Sáenz. Como recompensa, pide poco: que su amigo gobernador bregue por sus intereses económicos ante Sergio Massa y permita negocios rentables a la liga de productores locales.

Amat cumple cinco períodos consecutivos como diputado por La Viña, pueblo que lo vio nacer y le llegó a dar en las últimas elecciones más del 60% de los votos. Cuando hace 20 años un joven “Tuty” asumía, Santiago “Indio” Godoy iniciaba su reinado presidiendo la Cámara de Diputados, la que en 2019 le dejó al dirigente tabacalero. En las negociaciones para determinar quién se sentaría en aquella gran poltrona de la legislatura, el bloque justicialista hizo primar su voluntad en base a la abrumadora mayoría y alegando argumentos de los años en los que el viñense fue elegido por el voto popular.

Sin embargo, quien tuviera memoria para recordar las sesiones legislativas de años anteriores, quien pudiere recordar las intervenciones políticas que marcaron los álgidos debates que solían darse en períodos pasados caracterizados por discusiones políticas que lejanas parecen al ver la calidad legislativa del actual cuerpo; sabría que Amat no resaltaba por sus manifestaciones, sus declaraciones, su posicionamiento, ni sus votaciones. Es más, no sobresalía por nada y su presencia pasaba desapercibida. Habrán sido esos duros años de discusión política los que representados por Godoy causaron el hastío de muchos, y ante el cambio de gestión provincial, aprovecharon el momento para cambiar la impronta de la conducción de la Cámara de Diputados.

La llegada de Amat es un signo de época. Un hombre que no moleste, que no intervenga, que se limite a cumplir sus funciones, las de ser solamente un gestor del poder, que no lo cambie ni lo direccione. Eso es lo que quería Sáenz, que logró que baje tanto el nivel del debate legislativo, que hasta el Senado, un recinto de gestiones burocráticas, hoy tenga más injerencia que Diputados.

El premio por este logro, el de un cuerpo de legisladores adormecidos, que lejos están de controlar a este gobierno, es la presidencia del Partido Justicialista. Meses atrás Amat fue el elegido por los congresales justicialistas para presidir el PJ, rompiendo a través de este juego la tradición instalada por Juan Carlos Romero de llegar a la gobernación por fuera y una vez arriba, desembarcar en la presidencia del PJ; el mismo camino siguió Juan Manuel Urtubey. Empero, Sáenz parece ver con malos ojos esta estrategia y lejos de llegar al partido donde inició su militancia en su juventud, prefiere poner sus hombres de confianza a comandarlo: así hoy están entre sus principales figuras Antonio Hucena, Pablo Outes y Tuty. Este sábado será el acto que coronará esta presidencia, la de un PJ apoyando a Sáenz; aunque este último no habiendo pisado el partido desde su asunción al gobierno. Sin ir más lejos, basta ver las listas que hoy impulsa este partido, con todos candidatos ajenos al peronismo, como la de diputados en Capital, que encabezan Juan José Esteban y Laura Cartuccia.

Sin embargo, no debe pasar desapercibido que Amat representa no sólo intereses políticos, sino también económicos: el de los tabacaleros. El cultivo de tabaco representa una importante actividad en términos económicos y sociales en el Noroeste (NOA) y Noreste (NEA) del país, según un informe de la Secretaría de Hacienda de la Nación. En 2018, Salta se ubicó como la tercera provincia productora del país, concentrando un 25% de la producción. En 2021, José Vilariño, quien fue el Coordinador del programa nacional de reconversión de áreas tabacalera, detalló que el sector cerró el año aportando 35 millones de kilos de tabaco a los 120 millones que se produjo ese año a nivel país, lo que representa casi un 30%.

A esto, se suma la administración del Fondo Especial del Tabaco, que gracias una ley promulgada en 2018 por la legislatura salteña, se transfiere directamente a la Cámara del Tabaco que aplicando criterio propio, administra estos millones a los productores locales. Hace unos días el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Juan José Bahillo, firmó las transferencias correspondientes a las resoluciones que permiten las distribuciones del FET por $ 3.510.054.541,34 para productores de las siete provincias tabacaleras del norte argentino; siendo Salta la provincia más beneficiada con este fondo al recibir $1.378.219.756,61 y seguida por Jujuy, que recibió  $1.254.973.668,53. Esto habla no sólo de la importancia del rubro para la economía local, sino también de la capacidad de poder decidir entre los propios empresarios locales qué hacer con un fondo que en cualquier otro sector, intervendría el estado. La autonomía con la que se maneja y el dinero que moviliza, equivale a ser un espacio al que Sáenz prefiere tener de su lado. Pero favor con favor se paga, y mucho más cuando hay millones en juego.

La semana pasada, el propio gobernador en sus redes sociales tuvo que defender los intereses del sector y en sus redes sociales posteó: “Acompaño el pedido del sector tabacalero al ministro Sergio Massa, de un tipo de cambio diferencial que contemple su ciclo comercial. El difícil momento económico con alta inflación y precio internacional en dólares menos retenciones, dificultan su situación”. El pedido era sencillo: un “dólar tabaco” para la agroindustria del tabaco. Generoso, el gobernador aseguró contar con información técnica que demuestra la “crítica situación que vive los productores tabacaleros y su cadena de valor, como consecuencia de los constantes incrementos en los costos de producción”; aunque se haya acordado un 120% de aumento del kilo del tabaco, con respecto a la última campaña. La respuesta llegó el 5 de abril cuando Sergio Massa anunció el “dólar agro” para las exportaciones con un tipo de cambio a $300, incluido el tabaco como economía regional.

El poder no sólo necesita de hombres que lo defiendan, que lo mantengan en esa reproducción infinita del sostenimiento del status quo, también demanda de quienes tengan esa capacidad de administrarlo, de equilibrarlo y gestionarlo, con la balanza tirando para el mismo lado de siempre. Administrando los fondos del FET; digitando el debate y las leyes provinciales de la provincia, y profundizando el proceso de cooptación del PJ al oficialismo, Amat se erige como el gran gestor y administrador de poder funcional a Sáenz. “Tuty”, sabe qué intereses defiende, cómo influye en la política, cómo presiona en los espacios en los que sin hacer mucho más que “lobby”, hoy preside.

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