Narcotest para funcionarios: Romero prendió fuego el recinto y apuntó a la “autoprotección política” en Salta

El Tintero Legislativo 04/11/2025 Diputados
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En una intervención filosa, el diputado Juan Esteban Romero denunció la desconfianza social hacia las instituciones salteñas y exigió que la Cámara deje de bloquear su proyecto para implementar narcotests obligatorios a funcionarios. Señaló casos resonantes, apuntó al silencio oficial y pidió transparencia real: “Cuando la política se protege a sí misma, la confianza se destruye”.

 
Cuando la política salteña intenta mirar hacia otro lado, a veces aparece una voz que decide romper el guión. En la última sesión, Juan Esteban Romero lo hizo sin anestesia y dejó varias cejas levantadas: pidió que la Cámara finalmente habilite el debate de su proyecto para establecer narcotests obligatorios a funcionarios públicos, tras un año de cajoneo.

“Los salteños dejaron de creer en sus instituciones”, lanzó, y a partir de ahí tiró sobre la mesa una ristra de casos que, según dijo, alimentaron esa desconfianza: las turistas francesas, Piccolo, el caso Monjes, los salvoconductos a traficantes en pandemia, las denuncias sobre el avión sanitario para desintoxicaciones y la reciente muerte del expolicía Cordeiro. Para cerrar el combo, recordó el allanamiento al Escuadrón 51 de Gendarmería y a la casa de un comandante vinculado a 160 kilos de cocaína.

No fue una enumeración casual. Fue una acusación política directa: “Cada uno de estos episodios fue una herida. Juntas, estas situaciones dan un diagnóstico: la confianza se perdió y el Estado se derrumba desde adentro”. Y ahí llegó el golpe más incómodo. “Tuvimos la negativa sistemática de la diputada Villamayor para otorgarme un cupo para tratar el Narcotest. Cuando la política se protege a sí misma, la confianza se destruye”.

Romero pidió que la Presidencia de la Cámara garantice el tratamiento del proyecto la próxima semana. “No se trata de un favor, sino del cumplimiento de las normas internas”, advirtió, marcando que el bloqueo no fue técnico, sino político.

 
Un proyecto antiprivilegios, o una amenaza al statu quo

Romero insistió con que su iniciativa no busca “estigmatizar” sino dar ejemplo. Una especie de “a la sociedad no le pidamos lo que no estamos dispuestos a hacer. No podemos pedirle a un joven que confíe en la justicia y en la política si nosotros damos señales de que nos encubrimos entre nosotros”.

El diputado también reveló que pidió una reunión formal al gobernador Gustavo Sáenz para conversar sobre el tema y jamás recibió respuesta. “La transparencia no se declama, se demuestra con hechos”, remató, en un tiro directo al Grand Bourg.

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