Moreno juró como senador imputado por abuso sexual y el Senado abrió una grieta incómoda

El Tintero Legislativo 12/12/2025 “Prudencia institucional” vs “doble vara”
Daniel-Moreno

La jura de Daniel Moreno como senador provincial dejó una postal política que incomoda: asumió estando acusado por abuso sexual y el debate dentro del recinto expuso dos posiciones nítidas. Por un lado, Roque Cornejo reclamó que el Senado tenía herramientas para evaluar la conducta y, como mínimo, suspender la asunción hasta que la Justicia avance. Del otro, Enrique Cornejo, en voz del oficialismo, defendió que la Cámara no podía abrir una comisión ni actuar “por lo periodístico” sin notificación judicial formal.

En términos simples: la discusión no fue solo sobre Moreno, sino sobre qué hace la política cuando un imputado llega al poder con fueros y aplausos.

El libertario Roque Cornejo sostuvo que el Senado contaba con instrumentos claros para encarar el caso sin violar la división de poderes. Citó los artículos 122 y 123 de la Constitución provincial y el reglamento interno, que habilitan a la Cámara a evaluar conductas cuando existe una acusación penal. Su propuesta —subrayó— no buscaba impedir la asunción, sino analizar el impacto institucional y eventualmente disponer una suspensión mientras se resuelve la causa. “Era una medida prudente, ajustada a derecho, y aun así fue rechazada”.

El libertario también instaló un eje muy sensible en clave de legitimidad social: la “doble vara”. Recordó que recientemente se endurecieron requisitos para impedir que personas con procesos penales accedan a cargos en el sistema educativo, mientras que en el Poder Legislativo se habilita la asunción “sin cuestionamientos”. “A la gente se le exigen requisitos que la política no se exige a sí misma”, disparó.

Y fue más allá: criticó el cierre del debate y los aplausos posteriores. “En una provincia con emergencia en violencia de género, es un mensaje muy contradictorio”, sostuvo. Además, advirtió que la causa estaría paralizada por recursos ante la Corte de Justicia y que la jura podría introducir “nuevos obstáculos institucionales” para el avance judicial.

Cerró con un mensaje identitario: “La Libertad Avanza vino a proponer conductas distintas y gestos distintos. Lo que pasó en el Senado va en sentido contrario a lo que la sociedad espera de la política”.

La defensa oficialista: “Sin notificación judicial, el Senado no investiga”

Enrique Cornejo, senador por Güemes, explicó que el oficialismo votó permitir la asunción argumentando que el Senado no puede avanzar en investigaciones propias si no recibió comunicación judicial formal sobre el proceso: “¿Con qué motivo la Cámara de Senadores va a crear una comisión investigadora si no tenemos conocimiento formal?”, sostuvo.

Su línea fue la de la prudencia institucional: el que debe resolver es el Poder Judicial y la Cámara solo actúa cuando existe un expediente comunicado oficialmente. “No nos guiamos por los dichos periodísticos ni por denuncias que todavía no han sido formalizadas”, afirmó.

Sin embargo, su intervención sumó una frase que encendió aún más el clima político y social: aseguró que “muchas veces las mujeres hacen falsas denuncias” y que eso “destruye” a un político, insistiendo en que el Senado recién intervendrá cuando el Poder Judicial notifique formalmente.

Lo que queda en el aire: fueros, mensaje social y el costo político

Más allá del tecnicismo sobre notificaciones, la sesión dejó un choque de fondo: qué estándar ético aplica la política cuando se trata de sí misma. La postura de Roque Cornejo empuja una idea de “mínimo institucional” (revisión, suspensión preventiva, señal política). El oficialismo eligió el carril formalista (esperar al Poder Judicial), pero con un agregado polémico: introducir el argumento de las “denuncias falsas” en un contexto de violencia de género y sensibilidad social creciente.

La consecuencia inmediata es un Senado que empieza el período con una herida abierta: un legislador imputado, un debate clausurado y un mensaje contradictorio para la calle. Para el oficialismo, Moreno asumió “como corresponde” hasta que la Justicia diga lo contrario. Para la oposición libertaria, el Senado perdió la oportunidad de marcar un límite y quedó pegado a lo que denuncia la sociedad: la política cuidándose a sí misma.

 

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