Escándalo en la Policía Salteña | Jefes de Seguridad Urbana obligarían a vender rifas bajo amenazas de traslado

Salta09/12/2025 Piden que se investigue
Policía de salta

Un fuerte reclamo sacude las filas de la División de Seguridad Urbana (DSU) de la Policía de Salta, una de las áreas más estratégicas de la fuerza. Denuncias anónimas y publicaciones en redes sociales acusan a dos comisarios del Centro de Coordinación Operativa de incurrir en graves irregularidades, abuso de autoridad y un manejo desigual del personal.

Aunque la denuncia formal ante la justicia aún no se ha confirmado, las acusaciones gozan de amplio crédito entre el personal. La queja más contundente señala que uno de los jefes “obliga a vender rifas para hacer baños”. Dado que se supone que existen fondos provistos para ese tipo de edificaciones, la exigencia despertó cuestionamientos sobre el destino del dinero recaudado.

La situación se agrava porque los agentes, debido a su carga horaria, no tienen tiempo de vender las rifas. Esto obliga a los policías, cuya situación económica ya es crítica, a pagar las rifas de su propio bolsillo para evitar represalias.

Presión por cursos y traslados arbitrarios

La situación de constante tensión en la DSU también se alimenta de la presión para que el personal participe de cursos. Los suboficiales, que a menudo deben sumar cuatro o cinco horas extra a su jornada laboral de ocho horas para asistir a capacitaciones no certificadas, denuncian la imposibilidad de asistir por razones de tiempo.

La respuesta de los jefes, según los denunciantes, son “amenazas de traslados”. Aseguran que esta situación ya se concretó con más de 30 policías que expresaron algún tipo de cuestionamiento a las capacitaciones o a los manejos internos.

Connivencia y pedido de intervención

Las quejas internas sugieren que estas irregularidades cuentan con la "connivencia de más arriba". Los policías también apuntaron contra uno de los jefes por un presunto encubrimiento en el caso de la muerte de Maximiliano Ruiz, un joven atropellado por un patrullero en abril pasado, cuya responsabilidad "fue tapada por la superioridad".

Entre otras acusaciones, se menciona el favoritismo hacia una suboficial que recibe horarios privilegiados y queda exenta de los cursos, y se cuestiona la falta de transparencia en el manejo del dinero recaudado por el buffet, gimnasio y lavadero de la DSU. Los efectivos pidieron la intervención de los jefes de la plana mayor y exigen al Jefe de Policía que “escuche a la gente antigua”, pues aseguran vivir “con miedo por las amenazas de arrestos y traslados”.

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