Gimnasia y Tiro cada vez más cerca de meterse entre los mejores y pelear un ascenso a la Liga Profesional. Central Norte arrancó de la mejor manera el camino a la Primera Nacional. Juventud Antoniana continúa sin levantar cabeza en el arranque de la Reválida.
El fútbol salteño quiere volver a ser como en sus mejores épocas, allá por las décadas del 80 y el 90, y los equipos más importantes de la Provincia van en busca de esos objetivos.
Tal es el caso de Gimnasia y Tiro, que volvió al Nacional luego de salir campeón del Federal A tras 23 años de frustraciones, y que ahora está a nada de clasificar entre los 8 mejores de la zona que dirimirán un ascenso a la Primera División del fútbol argentino.
Sólo un gol de diferencia no le permite al Albo estar hoy entre los clasificados, ya que el fin de semana pasado, consiguió la victoria de visitante por 1 a 0 ante Defensores de Zárate, por la fecha 24 de la Primera Nacional, a falta de 14 jornadas para que finalice la primera etapa del campeonato.
Los dirigidos por Rubén Darío Forestello están novenos con 34 puntos, al igual que Deportivo Madryn, que es el último de los clasificados hasta el momento. Si bien falta mucho para llegar al final, el Millonario salteño está a un pasito de conseguir el primer objetivo, la permanencia en la categoría. Después, si da que hablar en las instancias decisivas por un ascenso la Liga Profesional, será todo mérito del equipo y el cuerpo técnico.
Por su parte, Central Norte también atraviesa un gran momento futbolístico que despertó la ilusión de todo el pueblo azabache, que quiere volver al ámbito nacional luego de más de 30 años. La última vez que el Cuervo jugó en el Nacional, fue en el año ’86. Desde allí, sufrió muchos idas y vueltas entre la tercera y la cuarta categoría.
El actual Federal A es uno de los torneos más competitivos y difíciles de transitar del fútbol argentino, con gran cantidad de fechas, viajes y una derogación económica que mantienen en vilo a las dirigencias. Sin embargo, los comandados por Víctor Tano Riggio parecen estar todos encaminados por un mismo objetivo, el ascenso a la Primera Nacional.
La etapa definitiva del torneo ya comenzó, con el inicio del Nonagonal, y el Azabache arrancó con el pie derecho tras vencer en el Martearena por 2 a 0 a uno de los candidatos al ascenso, Sarmiento de La Banda, dirigido por el polémico y controversial Pablo Martel.
Este triunfo dejó al Cuervo a 10 partidos del ascenso. Adelante le esperan 4 de visitante y 3 más de local para saber si estará entre los cuatro mejores equipos que compitan en semifinales y final por el primer ascenso. Pese a la complejidad del torneo, el conjunto salteño se calzó el traje de candidato, es protagonista de la zona, y el rendimiento futbolístico permite la ilusión del pueblo azabache.
Una realidad muy diferente atraviesa Juventud Antoniana, que con la llegada del histórico Esteban Espeche al mando del equipo logró una bocanada de aire fresco que le brindó confianza a sus jugadores. Sin embargo, la falta de una buena pretemporada, la salida de algunos jugadores claves, los malos manejos dirigenciales a nivel institucional y la compleja realidad económica preocupan al pueblo antoniano.
El Santo comenzó la segunda etapa del torneo en la Reválida con una derrota de visitante por 1 a 0 ante Independiente Chivilcoy, y deberá levantar urgente el rendimiento colectivo para no pensar en los puestos de debajo de la tabla y ver de lejos la zona del descenso, que tantas frustraciones les dejó la temporada pasada del 2023, donde el antoniano perdió la categoría, pero un decreto del Consejo Federal le dio una vida más para remediar lo ocurrido.
Parece difícil para los conjuntos salteños lograr otra hazaña como la de Gimnasia el año pasado. Sin embargo, algunos se atreven a pronosticar que, con esfuerzo y compromiso, no será imposible en el corto plazo conseguir otro logro deportivo que deposite al futbol de nuestra provincia en la agenda Nacional.