
Retornado de sus vacaciones, el Gobernador recorrió el norte salteño en un intento de llevar tranquilidad a los pobladores de la zona en plena crisis hídrica. “Mi compromiso es que la gente recupere el agua y, a fin de año, cuando me toque estar yéndome del gobierno, resolver definitivamente el problema”, aseguró el mandatario. Curiosamente, este año se juega su reelección, pero él ya se ve afuera. ¿Será que, por la pobre gestión, los números no cierran?