El gobernador Gustavo Sáenz convocó a una reunión con líderes de diversos partidos políticos en el marco del denominado Pacto de Güemes. Sin embargo, se notó la ausencia de representantes de la oposición.
El Pacto de Güemes, presentado como una iniciativa para el porvenir de la provincia, es fácilmente criticable si tenemos en cuenta se trata de un puñado de obras y planteos abstractos. Pero es mucho más cuestionable cuando observamos que las reuniones son solo para la foto e incluyen a socios, mas o menos cercanos al gobierno.
Ayer se reunieron con sellos, y más allá de la sorpresa de la UCR, lo cierto es que entre los presentes se encontraban colaboradores y empleados del gobierno. La exclusión de representantes de la oposición ha alimentado las sospechas sobre la verdadera intención detrás de este pacto.
Participaron por el Partido Justicialista, Esteban Amat; de la Unión Cívica Radical, Soledad Farfán; del Partido Conservador Popular, Susana Urrestarazu; del Partido Autonomista, Nicolás Zenteno; del Movimiento Libres del Sur, Carlos Morello; del Frente Grande, Elia Fernández; del Partido de la Victoria, Ramón Villa; de Trabajo y la Equidad, Marcelo Herrera; de Propuesta Salteña, Luis María García Salado; de Memoria y Movilización Social, David Leiva; del Movimiento Popular Unido, Beatriz Fabiana Camacho; del Frente Plural, Matías Posadas; del Partido Identidad Salteña País, Matías Cánepa; de Primero Salta, Ricardo Villada; y del Partido Si Salta Independiente, Felipe Biella y Mauro Sabbadini presidente del Partido Felicidad, entre otros.
El Gobernador de Salta recordó que este Pacto tiene su génesis en el documento “Por más federalismo y unidad de los salteños” que en esta oportunidad puntualiza además de los desafíos a futuro más las obras gestionadas y conseguidas y que son emblemáticas. “Necesitamos certezas de la Nación”, indicó.