"Progreso" descontrolado: Cortaron el Pacará del puente Vaqueros
El majestuoso árbol que se encontraba a la par del puente que une la ciudad de Salta con Vaqueros fue cortado, y con él, una parte de la historia, el ambiente y la sociedad, también sufrieron daños irreparables.
General04/07/2023 RedacciónEl 27 de junio se recordará como la fecha en que se le arrebató al paisaje del puente de Vaqueros una de sus postales más representativas. Hace una semana se realizó la tala del emblemático Pacará que se situaba al ingreso a la localidad, hecho que para los vecinos de Vaqueros y toda persona que cotidianamente circula por su puente no pasó desapercibido. Sin embargo, hasta el momento ningún medio de comunicación se hizo eco del acontecimiento. Algo que también resulta bastante conveniente para los funcionarios de Salta y de Vaqueros, ya que las explicaciones de lo realizado no resultan satisfactorias.
Durante ese día, algunos vieron durante el ajetreo del mediodía a gente trabajar en el árbol, creyendo que se trataba de una poda. Horas después la incredulidad ganaba el corazón de quienes nunca imaginaron que podía suceder eso: la tala definitiva del árbol que proyectaba una enorme sombra y que ahora deja también una gigantesca ausencia. La reacción en los grupos de Whatsapp de vecinos y amigos fue de conmoción.
Debajo del árbol históricamente se ubicaron puesteros de comida de la zona. Uno de ellos es Rodrigo Martínez, quien se crió junto a sus hermanos en permanente contacto con el pacará, ya que es ahí donde se emplaza el emprendimiento familiar de venta de bollos, tortillas, masas dulces, buñuelos, entre otras. Rodrigo, de 36 años, es quien está al frente del puesto que fuera iniciado por sus padres hace 50 años y lamenta especialmente el corte del árbol que fuera testigo de ese proceso “era como parte de la familia”, asegura, y “por los años que tenía, ya era un monumento”. Comenta que se enteró cuando la destrucción del árbol ya se había consumado.
El puestero de 36 años también cuenta que el árbol creció de un puntal que sus padres colocaron para montar un techo de totoras que cada día armaban. Ese palo o puntal de 20 centímetros de diámetro prendió y fue lo que, hasta una semana, se conocía como el Pacará del puente. En su puesto flamea una bandera con el nombre y el diseño alusivo: “El Pacará” que una señora amiga les diseñó e imprimió. “El nombre del puesto lo tenía bien claro mi mamá, siempre decía que se tenía que llamar así”. Su madre, falleció hace 5 años y la irreparable pérdida del pacará es para él “como la segunda muerte de mi mamá”.
El puente nuevo como razón
El árbol fue removido por Medina, la empresa a cargo de la construcción del nuevo puente que se construirá en paralelo al ya existente. Sin embargo, se había comentado que en el lugar se podía emplazar una rotonda para evitar la tala del árbol. La realidad es que el trazado del puente nuevo se pudo prever de manera tal que se evitara la desaparición del histórico árbol.
La reacción de los propios vecinos está poniendo en marcha una campaña para intentar reponer lo que no debió ser eliminado, plantando nuevos árboles en la zona. Muchas personas repararon en que en el suelo habían quedado tiradas las redondeadas vainas que contienen las semillas del desaparecido pacará.
La poca información que había entre los vecinos sobre el proyecto, hizo que faltara reacción para prevenir un daño irreparable. Se comenta que hubo una instancia de audiencia pública a la que no se asistió. Sobra el silencio de funcionarios de un lado y del otro del puente que puedan explicar lo inexplicable. Huelga decir que el ambiente como agenda sigue ausente no sólo de las campañas políticas de todo orden, sino también entre los propios dirigentes y entre la comunidad que, tal vez en lo sucesivo pueda, como la familia Martínez, hacer del Pacará una bandera.
Fuente: escritosmientraspaso.blogspot.com