Personas estrellas, personas que inspiran

La personalidad según la psicología y, en términos generales, es aquello que reúne pensamientos, sentimientos y comportamientos de una persona, que la hacen única y se mantienen “constantes” durante toda la vida.

26/06/2023
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Texto y ph: Inés López Barros

Por: Inés López Barros

Hay un tipo de personas que me atraen de manera especial: una mezcla de fascinación y encantamiento. No es fácil encontrarse con estas personas. Una de las razones, bastante obvia, es que son pocas en número, pero también se dificulta porque son intermitentes. Dependiendo del momento de sus vidas en el que las encontremos, podemos conocerlas en esa faceta o no. Sin embargo, tienen algo especial en su interior, algo que parece brillar y nunca apagarse. Aunque en ocasiones ese brillo puede disminuir, es ese brillo lo que nos atrae, como un insecto a la luz.

No se trata de edades, ideologías, razas, sexo o religión, no... El rasgo o característica que sobresale es la pasión. Estas personas están entregadas al sentimiento de pasión, pasión por la vida misma, una pasión para vivir que es tan simple y a la vez tan enorme.
Pueden ser artistas, empresarios, estudiantes, revolucionarios, pasteleros... No importa a qué se dediquen, porque dondequiera que la vida las coloque, tienen una fuerza interna que surge desde lo más profundo de su ser. Viven de una manera que pocos se atreven a vivir, como pocos pueden vivir. Sienten todo sin adormecerse, sin apagarse nunca.

En su libro "El hombre mediocre", José Ingenieros habla sobre "poner la vida al servicio de un ideal". Estas personas tienen una naturalidad para hacerlo. Siguen lo que les gusta, y les gusta tanto o lo eligen con tanta pasión que van directamente hacia ello, encienden el motor y nunca más frenan, hasta el día de su muerte.

Creo que todos conocemos o hemos tenido la fortuna de conocer a uno de estos seres. Creo que alguna vez, al menos en la vida, se nos ha cruzado alguien así en el camino. Y pienso que muchas veces y en muchos casos, no pudimos aprovecharlo, porque su paso por la vida de las personas es como el de un cometa: intenso, luminoso y fugaz. Y si nos toca ser una de esas personas muy afortunadas que pueden contar con la presencia de alguien así a largo plazo dentro de nuestras vidas, lo más seguro es que logren encendernos también, como los "fueguitos" de los que hablaba Galeano.

Son personas voladoras, y me recuerdan un poco aquel poema de Girondo cuando habla de que no podrían seducirlo "mujeres que no supieran volar", a El Sombrerero Loco cuando subrayaba al pedirle a Alicia "que nunca pierda su muchosidad", porque esta palabra bien podría describir como ninguna lo que estas personas son, son pura “mucosidad”. Pero me quedo con la definición de Jack Koreauk cuando en su libro "El camino" las describe perfectamente: "Pero entonces bailaban por las calles como peonzas enloquecidas, y yo vacilaba tras ellos como he estado haciendo toda mi vida, mientras sigo a la gente que me interesa, porque la única gente que me interesa es la que está loca, la gente que está loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde, arde como fabulosos cohetes amarillos explotando igual que arañas entre las estrellas.

Porque como verán no soy la primera que se percata de estas personas, ya a muchos les ha llamado la atención.

Son esa gente que, aunque suene cliché, inspiran. Gente con la que compartís quince minutos y te vas con ganas de hacer todo en la vida, aunque al doblar la esquina el mundo vuelva a ser lo mismo de siempre. Esa gente que encuentra tu botón de encendido, ese botón que debemos cuidar para que nadie venga a apagar.

Son las personas que despiertan nuestras ansias de vivir plenamente, de explorar el mundo con pasión y de marcar la diferencia. Nos enseñan que la vida es mucho más que la monotonía cotidiana: trabajo, horarios, rutina. Que está llena de oportunidades y emociones intensas, que la vida esta en otras cosas.

Quizás, en medio de nuestras rutinas y obligaciones, encontremos a esas personas voladoras que nos impulsen a perseguir nuestros sueños y a vivir con autenticidad. Son un recordatorio de que cada momento cuenta y que debemos aprovechar cada instante para dejar nuestra huella.

Así que, si alguna vez nos encontramos con alguien así, abracemos su luz y dejemos que nos contagien con su entusiasmo desbordante. Porque en su compañía, descubriremos el poder de la pasión y nos convertiremos en cohetes amarillos, estallando en el firmamento con un brillo inigualable, y al final del día, dejaremos de ser espectadores para sumarnos a esa danza, enloquecidos por las calles, siguiendo sus pasos con asombro y gratitud por ser parte de la gente que se la juega.

Nunca abandones las ganas de hacer con tu vida algo extraordinario. Walt Whitman

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