“Una visita nocturna”: intriga, tensión y denuncia desde el escenario salteño

La aparición del cadáver de una joven lleva a un investigador a irrumpir en la casa de un conocido empresario salteño. A partir de ese momento, el clima se enrarece: los interrogatorios exponen secretos, las palabras esconden más de lo que revelan y cada personaje parece tener algo que callar.

Así comienza “Una visita nocturna”, el reciente policial del grupo teatral La Orquesta del Titanic, que logra atrapar al público con una historia de suspenso cuidadosamente construida, actuaciones intensas y un final inesperado.

La obra, ambientada en una casona que se vuelve cada vez más claustrofóbica, propone mucho más que entretenimiento: es también una metáfora de estos tiempos, un escenario donde lo oculto, lo silenciado y lo reprimido terminan por estallar.

Entre los protagonistas se encuentra Rodi Elbirt, actor con amplia trayectoria, quien al finalizar cada función suma su voz a una causa que trasciende lo artístico: la defensa del teatro público y federal, hoy en peligro por las políticas del Gobierno Nacional.

“Nos están desmantelando”: la política en escena

“Lo que estamos contando todos los grupos de teatro al terminar la función es lo que pasa con la Ley Nacional de Teatro. Hace muy poco, el Gobierno modificó por decreto esa ley y desmanteló el Instituto Nacional del Teatro (INT), que dejó de ser un ente autárquico y federal para convertirse en una oficina de la Secretaría de Cultura”, denuncia Elbirt desde el escenario, transformando el aplauso final en una toma de conciencia colectiva.

La medida, que afecta directamente a los fondos y a la organización democrática del INT, golpea con dureza al teatro independiente: salas, grupos y artistas que históricamente han sostenido la cultura en los márgenes del mercado, con autogestión y compromiso.

“Es un ajuste salvaje contra la cultura y los trabajadores. Nos quitan derechos conquistados con décadas de lucha. No es solo contra el teatro: es contra todo el pueblo que piensa, crea y se organiza”, afirma el actor.

Arte y resistencia en tiempos de ajuste

“Una visita nocturna” no solo interpela al espectador desde la trama, sino también desde su contexto: es un acto artístico-político, que pone en evidencia cómo las políticas públicas impactan directamente en la posibilidad de crear, narrar y sostener una escena cultural viva.

En ese sentido, Elbirt recuerda que en todo el país se están presentando acciones judiciales para frenar el decreto, y que se realizan movilizaciones conjuntas con otros sectores golpeados por el ajuste.

“Nadie se salva solo. Hoy más que nunca hay que salir a defender lo que construimos. Si perdemos esta lucha, lo que se daña no va a ser fácil de recuperar”, concluye.