Lo denunció por violencia, violación perimetral y ahora por abuso: cansada decidió escracharlo

Desde el 2019 que lo denunciaron por ejercer violencia contra su ex esposa y sus 4 hijos. Lo denuncio por violencia, por violación de perimetral y ahora por abuso. Cansada, la madre de la víctima decidió escracharlo.

El abuso que hoy denuncia una familia que habría sufrido la menor de los cuatro hijos de parte de su padre, se encadena a otros hechos que tuvieron alertas en la justicia: denuncias por violencia contra su ex esposa y sus hijos y más de 10 denuncias por violaciones a la restricción de acercamiento. 

A su vez, la jueza Ada Zunino dictó un desalojo a pesar de que la vivienda familiar fue donada para los adolescentes que hoy buscan justicia junto a su madre. “La casa hoy ya es lo de menos, queremos que vaya preso”, marcó las prioridades Mónica (nombre ficticio para preservar la identidad de sus hijos).

Los episodios de violencia, contó la mujer, no eran nuevos, pero nunca sucedieron como aquel fin de semana del 2019 cuando le pegó tres días seguidos. La seguidilla de golpizas la empujó a  denunciarlo y al mismo tiempo, aseguró, se enteró  que también le pegaba a sus hijos que tienen desde 16 a 20 años. Fue en aquel momento cuando se dictó la restricción de acercamiento que el hombre violó más de 15 veces, hasta incluso quedar filmado. Se denunciaron los hechos, “pero nada pasó”.

Denunciado por violencia y violaciones de perimetrales, el hombre denunció a sus hijos por usurpar la casa familiar. “Una tía abuela de nuestros hijos se las donó a ellos con usufructo vitalicio  de los padres” contó Mónica, que mostró las escrituras de la donación que confirmaban sus dichos. Sin embargo, el día previo al cumpleaños de la adolescente que habría sido abusada, la jueza Ada Zunino dictó el desalojo. El 18 de diciembre la familia durmió en el auto, y a la noche “un perro le mordió el pie a mi nena menor, justo cuando ya era su cumpleaños,  la pasó muy mal, le salía mucha sangre. Esa tarde, fuimos a retirar los muebles, las cosas, y él nos mandaba a la comisaría sexta diciendo que no podíamos sacar muebles, que saquemos solo ropa. Habíamos sacado los colchones, por lo menos para tirar los colchones en una plaza, yo no tengo familia.. pero la policía agarró los colchones arriba del auto y los volvió a subir”, contó la mujer.

Luego de pasar unas noches en la calle, antes de Navidad una prima de Mónica supo de la situación y los alojó. El 25 de diciembre durante una conversación de la hermana mayor con la menor, surgió inesperadamente la acusación de abuso. La mayor, de 20 años, le preguntó a la menor si “ese nunca las tocó , y yo lo único que me acuerdo es que ella gritó ‘mamá’ y empezó a los gritos y dijo que la había abusado. Fuimos luego a la comisaría y denunciamos, ahí hablo más y contó  que desde los 13 que la iba a buscar al colegio, siempre fue al mediodía. Le daba de comer, le daba algo de tomar, como insinuando que tenía algo lo que le daba de tomar, porque le daba sueño. La llevaba a dormir en la siesta y la besaba en la boca” contó Mónica sobre el contexto en el que habrían sucedido los abusos que serían agravados por violacion de perimetral, por acceso carnal y el vínculo.

La mujer cree que la mayor también fue abusada, de allí la pregunta que desencadenó la confesión de su hija menor “la mayor en su adolescencia se autolesionaba y dijo que esto no habría pasado si ella hubiera hablado”.

Tramitación de la causa y falta de respuesta 

La causa hoy la tramita la UDIS 4 (Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual) a cargo del fiscal Pablo Rivero. La adolescente fue revisada por  el médico legal, “la doctora de ahí, que no sé quién es, de la UDIS 4, nos dijo delante de nuestra  abogada que ‘teníamos que estar felices porque no hubo defloración” contó indignada la mujer que asegura que recuperar la posesión de la casa de sus hijos pasó a segundo lugar. “No me interesa ahora la casa, no me interesa estar en la calle. Lo único que me interesa ahora es que ese tipo pague lo que hizo. Esto es el colmo de los colmos, lo último que yo puedo soportar es esto. Ya vivo en la injusticia de la misma justicia, teniendo prohibición de acercamiento, haciendo 10, 15 denuncias que él violaba la prohibición de acercamiento y abusó de mi hija”, indicó entre lágrimas la mujer cansada de ser revictimizada por el sistema judicial.

El Tintero pidió información a prensa del Ministerio Público Fiscal que se negó  a dar información sobre el proceso para “no revictimizar”. Harta de la falta de respuestas de parte de la justicia, la mujer decidió ir por la condena pública y escrachó al padre de sus hijos mediante las redes.

Silvia Noviasky