La enfermedad que transmiten roedores sorprendió a la comunidad salteña con una persona contagiada en una zona que no es propensa a al hanta virus.
Confirmaron el fallecimiento de una joven de 16 años del paraje Alemanía a causa de esta terrible enfermedad. El hospital Nuestra Señora del Valle de La Viña fue quien recibió a la joven solicitando atención médica, ya que la cercanía y accesibilidad al hospital local es compleja.
Muchos profesionales afirman que la zona no es propensa al hanta virus, pero se considera un brote epidémico con un solo caso confirmado. Pues el contagio es resultado de la inhalación de particular virales presentes en las heces, orina y saliva de roedores.
Desde los hospitales de Guachipas y La Viña, junto a Zoonosis, el área de Vigilancia Epidemiológica, el Gerente Sanitario Lic. Cabrera y el equipo de infectología del Hospital del Milagro coordinan jornadas de formación en línea obligatorias; pues el último brote de hanta virus ocurrió en Chicona seis años atrás.
Si bien en Salta esta enfermedad es un riesgo constante, la mayor cantidad de casos sucede en el norte en localidades como Oran y Tartagal. Tal realidad obliga a los municipios de La Viña y Cafayate a vigilar por noventa días pues es el primer fallecimiento de una persona por esta zoonosis.
Recomendaciones
El hanta virus es una infección que se transmite de un animal al ser humano, es por ello que se considera una zoonosis. Las ratas que contraen y transmiten el virus son las que viven en el campo, no así las que viven en la ciudad.
Es por ello que en las zonas rurales se aconseja usar veneno o trampas para roedores. Es importante recordar que no hay que tocaros ni golpearlo. En caso de encontrar uno muerto es clave rociarlo con lavandina y 30 minutos después, como mínimo, recogerlo usando guantes. En caso de no poder incinerar el cadáver del roedor, hay que enterrarlo como mínimo a 30 cm de profundidad.
Para aquellas personas que se encuentran en la tarea del desmalezado del terreno, es preciso acumular leña lejos de la vivienda y evitar de cualquier manera el contacto con las heces de roedores.
En caso de entrar a un lugar que ha permanecido cerrado por mucho tiempo es necesaria la limpieza consciente y profunda del lugar con una solución de diez partes de agua por una parte de lavandina. La limpieza exige dejar la solución actuando por lo menos media hora antes de enjuagar. Al ingresar es preciso usar un pañuelo húmedo que filtre el aire que inhalamos. Si se precisa barrer el suelo, hay que humedecerlo antes para evitar volatilizar partículas contaminadas.
Si eligen acampar en zonas donde habitan roedores, es preciso elegir hacerlo lejos de malezas y basurales; evitando dormir directamente sobre el suelo. Recordar que siempre debemos llevar agua potable, para no consumir de acequias y vertientes pues no es segura.4