Sáenz y el arte de la victimización

En el fragor de la discusión sobre las reformas impositivas relacionadas con el tabaco en la Ley Bases, el gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, ha desplegado una recurrente estrategia política digna de análisis: la victimización. Sáenz ha optado por presentarse como el mártir. El capítulo que estaba en la ley ómnibus original proponía que todas las empresas del sector paguen los mismos impuestos. Era un pedido expreso de Massalin, que comercializa los cigarrillos Marlboro y Philip Morris.

La eliminación del capítulo sobre impuestos internos para la actividad tabacalera de la ley base ha desatado una tormenta política. Lejos de abordar las preocupaciones legítimas de los productores y la provincia en general, Sáenz ha optado por señalar con el dedo acusador al Gobierno Nacional, presentándose como la víctima de una supuesta persecución económica.

La decisión de la Rosada de sacar el capítulo del tabaco fue según se conoció para evitar que el lobby cruzado de las tabacaleras interfiriera en el tratamiento de la ley ómnibus.

Es que creían que podían perder votos de todos los bloques por diputados y senadores que, antes de responder a sus propias bancadas, tienen compromisos con las empresas. Por eso el Gobierno prefirió retirar el apartado para mandar una ley aparte en el futuro y no complicar la aprobación de la ómnibus.

Las declaraciones del gobernador en las redes sociales, donde arremetió contra las empresa competidora de Massalin Particulares, como la Tabacalera Sarandí, cerca de la medianoche del martes fueron concluyentes. En un intento por presentarse como el defensor de los intereses salteños, Sáenz se ha erigido como exponente de Massalin.

Tras la fachada de la victimización se esconde una realidad más compleja. La eliminación del "impuesto mínimo" ha desatado conflictos internos entre las tabacaleras y los productores locales, con acusaciones de complicidad y negociaciones oscuras. En este contexto, las declaraciones de Sáenz lo colocan del lado de Masalin más que con una genuina preocupación por el bienestar de la provincia.

Alineado por completo con la empresa norteamericana, el mandatario salteño resaltó que era "una vergüenza" la decisión del Gobierno. "Un grupo de diputados que desconoce el interior argentino y sus economías regionales, junto a otro que se arroga espuriamente la representación del Sector Tabacalero, torcieron el brazo del Gobierno que dice combatir la casta", dijo Sáenz.

"Señor presidente, las provincias del Norte, y todos los ciudadanos del resto del país, le pedimos que no claudique ante las presiones e intereses que Usted mismo ha atacado en público. No se deje ganar por el Señor Tabaco", dijo el gobernador de Salta.