
Muchos espacios y organizaciones sociales mostraron preocupación frente al proyecto al entender que, con el objetivo de revincular los lazos entre el hijo y su progenitor, no considera la posibilidad de existencia de adultos que pudieran ejercer violencias contra las infancias invalidando así la voluntad del menor contrariamente a lo que dice la Ley Nº 23.849 en su artículo 9 sobre los Derechos del Niño.