Los gobernadores del interior arman un frente propio y Salta queda en la cornisa del equilibrio político

General01/08/2025 Ni libertarios ni kirchneristas
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Cinco mandatarios provinciales conformaron un nuevo espacio nacional que se despega tanto de Javier Milei como del kirchnerismo. En ese tablero, Gustavo Sáenz deberá definir su estrategia: alinearse, aislarse o correrse.

La política argentina vive una reconfiguración silenciosa pero contundente. Esta semana, cinco gobernadores —Ignacio Torres (Chubut), Carlos Sadir (Jujuy), Claudio Vidal (Santa Cruz), Martín Llaryora (Córdoba) y Maximiliano Pullaro (Santa Fe)— oficializaron la creación de un frente federal con proyección electoral y parlamentaria. No son libertarios ni kirchneristas, y justamente en esa disidencia encuentran su punto de cohesión.

El encuentro, que tuvo lugar en la Casa de Chubut en la Ciudad de Buenos Aires, sumó también a Juan Schiaretti, exgobernador de Córdoba y uno de los referentes más visibles del llamado “cordobesismo”. El mensaje fue claro: hay una necesidad de representación del interior profundo que no se siente contenida ni por Milei ni por la oposición tradicional. Y frente a un Congreso fragmentado, este grupo se propone ser árbitro y bloque de negociación, con peso propio en los grandes debates que se vienen.

En su declaración conjunta, los mandatarios subrayaron la importancia de sostener la gobernabilidad pero también de defender los intereses provinciales frente a un Ejecutivo que avanza con recortes, vetos y centralización de recursos. La advertencia estuvo dirigida al presidente Javier Milei, en momentos en que el oficialismo insiste en bloquear la moratoria previsional, vetar la recomposición jubilatoria y retacear los fondos automáticos a las provincias.

¿Dónde queda Gustavo Sáenz?

En este nuevo esquema, la figura del gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, aparece como una pieza clave aún no jugada. Aunque no participó de la cumbre, su nombre circula como posible incorporación. ¿Por qué? Porque representa el perfil de gobernador que este frente busca sumar: autónomo, alejado del kirchnerismo, sin pertenencia a La Libertad Avanza y con un fuerte anclaje provincial.

Sáenz integra el pelotón de mandatarios con ADN localista que se mantienen por fuera de las estructuras nacionales tradicionales. Junto a figuras como Alberto Weretilneck (Río Negro), Rolando Figueroa (Neuquén), Hugo Passalacqua (Misiones), Claudio Poggi (San Luis) y Marcelo Orrego (San Juan), el salteño podría convertirse en un actor gravitante en esta nueva liga del federalismo político.

Con formación peronista pero distanciado del kirchnerismo, Sáenz ha tejido vínculos autónomos con la Casa Rosada, evitando confrontar abiertamente con Milei pero tampoco plegándose a su agenda de ajuste. Su relación con Martín Llaryora y con el jujeño Sadir es fluida, y eso lo coloca en una posición favorable para sumarse a este armado sin perder identidad.

Pero el tiempo político apremia. La estrategia del “ni-ni” —ni con Nación ni con la oposición— podría agotarse pronto si el frente federal consolida músculo legislativo y poder territorial. Sumarse al nuevo espacio implicaría para Sáenz mayor protagonismo y contención frente al ajuste, pero también asumir costos políticos y salir de la zona de comodidad.

Un nuevo mapa en construcción

Lo que se está gestando va más allá de una alianza coyuntural. Es la emergencia de un nuevo bloque político que busca disputar la centralidad en 2025 y proyectarse a 2027, con un discurso basado en la defensa del federalismo, la autonomía provincial y una agenda “antigrieta” que le hable a los desencantados de ambas veredas.

Salta, por su geografía y peso político, no puede quedar al margen de ese debate. Gustavo Sáenz deberá decidir si se suma al grito federal o si elige el silencio de la neutralidad, en un contexto donde cada definición empieza a marcar el futuro.

 

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