La obra social no responde a la necesidad de un afiliado de 10 años que necesita ser internado en una clínica de alta complejidad para su recuperación neurológica por lo que la madre del niño se encadenó a la puerta esperando respuesta inmediata.
"Bauty tiene 10 años y está diagnosticado con Mielitis Transversa, una enfermedad muy poco común que debilita los músculos del cuerpo. Mi hijo perdió la movilidad de su cuerpo", comenzó contándonos Brenda en la puerta de la obra social BOREAL.
"Después de unos meses largos y horribles, él recuperó su diafragma que había dejado de funcionar, por lo que ahora respira por sí solo pero necesita rehabilitación exigente para recuperar gran parte de su cuerpo", continúa contando su mamá que tomó la decisión de encadenarse en la puerta de la obra social.
Bauty es afiliado a Boreal y Boreal hace silencio. No responde. No dice nada. En esta situación están desde hace un mes, momento en que Brenda presentó los papeles y, tras un largo peregrinar diario, la respuesta era siempre "mañana vení, estamos buscando". Esto motivó que ayer martes tomara la decisión de reclamar de esa manera.
Contó que desde la obra social quisieron hablar pero ella no quiere palabras, necesita acciones. "Yo quiero respuestas, ya hablé mucho con ellos, y mi hijo no puede perder más tiempo".
El menos se encuentra estable en el Hospital Materno Infantil pero "hace tres días o cuatro días le agarró una bacteria. Ellos están jugando con la salud de mi hijo, le puede dar neumonía o cualquier otra enfermedad, intra hospitalario".
La auditora de nombre Susana Muñoz es la encargada de autorizar los papeles, que, si continúan demorando tendrán inhumanamente a Bauty en el hospital y a su mamá encadenada pidiendo que la empresa que le cobra todos los meses se haga cargo de su responsabilidad.