Armando Caro Figueroa conversó con El Tintero sobre la reforma laboral, cuyo decreto se conocería el viernes pero todavía está en la Secretaría Legal y Técnica de la Presidencia, el trabajo en Salta vinculado a la minería y el rol sindical.
Exministro de Trabajo entre 1.993 y 1.997, época menemista, e integrante del Foro de Observación de la Calidad Institucional de Salta, José Armando Caro Figueroa resulta una figura política importante de consultar cuando de trabajo se habla mientras el arco empresarial espera el decreto de la reforma laboral impulsada por Milei para su reglamentación.
Debemos decir que cuando se habla de reforma, se habla de un cambio en la reglamentación del trabajo, en la relación entre empleados y empleadores, que en este caso, se da en un contexto de ajuste y avasallamiento de derechos conquistados.
Para Caro Figueroa "la reforma es insuficiente" porque no está bien orientada, ni diseñada. "En primer lugar porque no hubo diálogo con los representantes de los trabajadores y de las empresas aunque sí con los empresarios, pero no hubo mesa de diálogo, esto debilita la calidad técnica de la reforma", afirmó y continuó. "En segundo lugar porque la reforma abarca a todo el país como unidad y no distingue los problemas regionales que tiene la producción, el empleo, la cobertura de seguridad social, es decir, el norte subdesarrollado, Salta, tiene otras necesidades y problemas distintos a los que tiene la zona próspera del país e inclusive la Patagonia, con su poder de hidrocarburos", comparó.
En ese marco, indicó que la reforma "está sesgada para proteger al empleador lo cual no es bueno". Ejemplificó con la "mal llamada industria del juicio". Es un problema que tiene que ver con la mora judicial. "Lo que hace el gobierno es dar continuidad a la mora judicial, que hace que un juicio por despido dure cinco o seis años en Salta o Buenos Aires, y el impacto se dé en el crédito del trabajador, lo sufran ellos, no la empresa ni el Estado".
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El trabajo en Salta
Consultado cómo afectará esta reforma a la provincia, puntualmente vinculada a la minería, indicó que es digno de ser analizado ya que, por un lado, hay una enorme explosión de actividades económicas y creación de riquezas a través del litio o cobre y por otro, desatención a los problemas laborales.
Señaló que hay problemas sindicales sobre quién representa a los trabajadores de esa zona; problemas de negligencia del sistema de capacitación profesional que impide que en la zona haya mano de obra preparada para lo que necesitan las empresas mineras. "Entonces, las ventajas que surgen del régimen de incentivo no contempla la obligación de las empresas de atender los tratados internacionales en materia de empleo decente".
En este punto, afirmó que ahí hay otro desequilibrio y el gobierno provincial, a su modo de ver, "no está lo suficientemente preparado ni interesado de equilibrar la relación laboral en la minería".
Pidió que las empresas que inviertan en Salta cumplan las obligaciones medioambientales y laborales. "Eso sería muy positivo para la provincia, pero eso exige un gobierno dinámico y preparado", dijo y observó al gobierno salteño al mencionar que "está cargado de prejuicios antisindicales: no se preocupa por reunirse, sentarse y escuchar qué piensan y cómo lo ven los trabajadores".
Por otra parte auguró que la minería, en su máxima expresión, podría generar una revolución que produciría el doble de empleos privados registrados en Salta, en la actualidad con 120 mil. "Eso no ocurrió nunca en Salta lo que sería un impacto enorme".
A la vez resaltó que si ese impacto no viene de la mano de buenas condiciones de trabajo, de buena representación sindical, del cuidado ambiental y atención a los pueblos originarios, "será una experiencia más parecida a Potosí del siglo 17 que a las condiciones de la actividad minera moderna".
La importancia de la capacitación laboral
El político contó que la Organización Mundial del Trabajo hizo un informe para Salta y la minería, en donde muestra que hay una brecha dispar entre capacitación y empleo. "Lo que supone 120.000 empleos que requiere la nueva minería, hoy no están disponibles en la provincia, no están esos trabajadores disponibles. En consecuencia, hay una enorme masa de desocupados que no está preparada para ocupar los puestos de trabajo", dijo Caro Figueroa al respecto.
Al respecto señaló que "eso es responsabilidad del gobierno" y también de una cierta mora sindical a reaccionar frente a un problema, "porque debieron exigir la reconfiguración del sistema de capacitación y el sistema educativo de la provincia".
Finalmente confió en que todavía hay tiempo y energía suficiente para poner esto en marcha. "Para eso hay que cambiar la mentalidad, y sobre todo el gobierno tiene que abandonar el clientelismo, tiene que democratizar su gobierno, asumir el deber de transparencia en sus actos, dialogar con más gente; me parece que estas cosas son las que son imprescindibles", reflexionó.