Farquharson se suma al cargamento: “Lo de Bettina no fue gestión, fue marketing y fracaso”

Salta10/12/2025
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La reaparición mediática de Bettina Romero para criticar la gestión de Emiliano Durand no solo encendió la respuesta del Ejecutivo municipal. Ahora también empezó a hacer ruido en el Concejo Deliberante. Gustavo Farquharson salió a cruzarla sin anestesia y dejó una definición contundente: “Su paso por la Municipalidad fue un modelo de gestión que fracasó”.

Lejos de los matices, el edil puso en palabras lo que muchos en el oficialismo vienen deslizando en voz baja: que la ciudad todavía está pagando los costos políticos, económicos y urbanos de la gestión romerista.

Farquharson trazó un balance lapidario del gobierno de Bettina Romero. “La gestión de Bettina dejó a la ciudad en una situación que todavía estamos pagando. No fue una administración: fue una sucesión de improvisaciones, prioridades equivocadas y decisiones que perjudicaron directamente a los vecinos”, afirmó.

El diagnóstico apunta al corazón de la discusión actual: mientras la exintendenta intenta reposicionarse cuestionando a la gestión Durand, desde el oficialismo le recuerdan que dejó un municipio con obras frenadas, problemas estructurales sin resolver y barrios enteros reclamando lo básico.

El concejal fue más allá y habló de recursos mal administrados y anuncios vacíos. “Se desaprovecharon recursos, se tomaron decisiones sin planificación y se anunciaron obras que quedaban a medias o ni siquiera empezaban”, sostuvo.

La crítica se alinea con lo que ya marcó la Jefatura de Gabinete municipal: una ciudad con frentes abiertos, expedientes inflados y una brecha enorme entre la maqueta de conferencia de prensa y la realidad que viven los vecinos en los barrios. “Se gobernó con marketing y no con gestión”, remató Farquharson, dejando en claro que, para su espacio, el sello de Bettina fue más puesta en escena que gobierno real.

Marketing, sospechas y poca transparencia

Farquharson también apuntó a la forma en que se manejaron los fondos y la comunicación oficial durante la gestión romerista. “Hubo contrataciones que generaron sospechas, poca transparencia y una comunicación oficial diseñada para ocultar problemas, no para resolverlos”, denunció.

El mensaje es doble: por un lado, instala la idea de que el uso de los recursos públicos fue, como mínimo, opaco; por el otro, señala que la estrategia fue más estética que institucional: cajas de redes sociales, campañas de imagen y poco territorio.

Los barrios vulnerables, los más castigados

El edil capitalino también puso el foco en quiénes pagaron los platos rotos. “Mientras se gastaba en campañas de imagen, miles de vecinos seguían sin acceso a servicios básicos, con calles destruidas y microbasurales que nadie atendía”, subrayó.

La crítica golpea donde más duele: en la brecha entre el centro maquillado y los barrios postergados. Y desarma el intento de Bettina de presentarse hoy como una voz autorizada para hablar de “gestión” y “ciudad”.

En contraposición, Farquharson defendió el rumbo de la actual administración municipal y del espacio político al que pertenece. “La gestión de hoy apunta a transparencia, eficiencia y soluciones reales para los salteños. Lo que Salta necesita es gestión, no marketing”, concluyó.

El mensaje político es claro: cada vez que Bettina Romero intenta volver a escena con críticas a la actual gestión, se reactiva el archivo de su propio mandato. Y ahora no solo responde el Ejecutivo: también los concejales empiezan a marcarle la cancha.

En ese tablero, el apellido Romero vuelve a estar en discusión, pero no por proyectos de futuro, sino por las cuentas pendientes de un gobierno que, según sus críticos, dejó más fotos y spots que obras y soluciones.
 
 
 

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