Fin de semana largo moderado pero sostenido, con fuerte tracción de la naturaleza, el vino y la fe

El último fin de semana largo dejó para Salta un movimiento turístico moderado pero constante, con niveles de ocupación aceptables y una marcada diversificación de propuestas en el territorio provincial. Según los datos relevados por CAME, el flujo de visitantes se concentró en destinos de aventura del sur provincial, en el Valle Calchaquí y en los circuitos culturales y religiosos de la capital.

Aunque no se trató de un “boom” turístico, el balance muestra que Salta logró mantener un buen nivel de actividad, especialmente gracias a los atractivos de naturaleza, el enoturismo y un evento religioso masivo que movilizó a miles de personas.

Cabra Corral y Coronel Moldes: el sur provincial, motor del fin de semana
Uno de los puntos más concurridos fue el dique Cabra Corral y, en particular, la localidad de Coronel Moldes, que se consolidó como epicentro del turismo de aventura en el fin de semana largo. Allí se desplegó una agenda de actividades con fuerte componente promocional:

• Ofertas 2x1 en rafting, kayak, trekking y navegación hacia la Isla de los Deseos.
• Descuentos en alojamientos.
• Propuestas recreativas orientadas a distintos rangos etarios.

La disponibilidad de plazas fue “buena”, lo que permitió que numerosos viajeros llegaran sin reserva previa, un dato que revela tanto la flexibilidad del destino como cierto margen ocioso en la ocupación. Para el sector privado, ese flujo constante, aunque no desbordado, permitió sostener el movimiento económico en gastronomía, excursiones y servicios complementarios.

Cafayate: el vino y la gastronomía consolidan al valle como destino top
El Valle de Cafayate también captó una porción significativa del turismo, apoyado en su ya consolidado perfil enoturístico.

Bodegas como Piattelli, El Porvenir y Viñas en Flor reforzaron su oferta con:

• Tours de vinos.
• Experiencias gourmet entre viñedos.
• Circuitos que combinan degustaciones, paisaje y gastronomía regional.

Estas propuestas no solo apuntalaron la ocupación en la zona, sino que consolidaron a Cafayate como un destino de referencia para el turismo nacional e internacional que busca calidad, paisaje y experiencias personalizadas. El impacto se traduce en consumo en restaurantes, compras de productos regionales y contratación de excursiones vinculadas al entorno natural y a la producción vitivinícola.

Salta capital: cultura, ciudad y turismo interno
En la ciudad de Salta, el fin de semana largo se sostuvo con una combinación de actividades culturales, recreativas y religiosas que dinamizaron el movimiento urbano.

Durante los días de descanso se registraron:

• Ferias gastronómicas.
• Peñas y espectáculos musicales.
• Circuitos guiados y actividades en museos.

Todo esto complementó a los clásicos de la capital:

• Cerro San Bernardo.
• Casco histórico y circuitos patrimoniales.
• Gastronomía regional en peñas y restaurantes.
• Mercados tradicionales.

Este combo permitió distribuir el flujo de visitantes entre espacios abiertos, propuestas culturales y recorridos urbanos, beneficiando a sectores como la restauración, el comercio minorista y los servicios turísticos formales e informales.

Virgen del Cerro: la fe como motor de movilidad regional
Un capítulo aparte en el impacto turístico del fin de semana lo tuvo la Fiesta de la Virgen del Cerro, uno de los eventos religiosos más convocantes del año en Salta.

Miles de fieles se congregaron en Tres Cerritos en una jornada marcada por:

• Oración y devoción popular.
• Llegada de visitantes locales.
• Fuerte presencia de personas provenientes de provincias vecinas.

Este tipo de celebraciones moviliza no solo a peregrinos sino también a familias y grupos organizados, generando demanda en transporte, alojamiento, gastronomía y servicios conexos. Para sectores que dependen del turismo religioso, la Fiesta de la Virgen del Cerro se consolida como un hito clave en el calendario anual.

 
Un saldo moderado, pero positivo para la cadena turística
El cierre del fin de semana largo en Salta permite trazar un balance de impacto turístico moderado pero positivo:

El movimiento no fue explosivo, pero sí constante y diversificado. Los destinos de naturaleza y aventura del sur provincial, el enoturismo en Cafayate y la capital con su oferta cultural y religiosa lograron sostener el flujo de visitantes.
La Fiesta de la Virgen del Cerro actuó como un fuerte imán para el turismo interno y regional.

En un contexto nacional de consumo cuidado y presupuestos ajustados, el desempeño de Salta muestra que la combinación de promociones, experiencias diferenciadas y eventos masivos sigue siendo clave para atraer visitantes y sostener la actividad turística, uno de los motores centrales de la economía provincial.