El debate de senadores de Salta quedó en stand-by por monólogos y ausencias

El Tintero Legislativo 07/10/2025 Elecciones legislativas 2025
Debate senadores

El primer debate entre los candidatos a senadores nacionales por Salta se convirtió anoche en un foro de monólogos ideológicos, frustrando la expectativa de un cruce de propuestas entre los postulantes. A lo largo de más de dos horas en el Instituto de Educación Superior N° 6001 “Gral. Manuel Belgrano”, los siete participantes se limitaron a leer sus libretos, sin profundizar en propuestas ni confrontar sus ideas.

A esta dinámica, propiciada por un formato con tiempos acotados y sin posibilidad de réplicas, se sumó la notoria ausencia de dos candidatos clave: María Emilia Orozco (La Libertad Avanza), quien justificó su falta indicando que acompañaría al Presidente en Buenos Aires, y Sergio “Oso” Leavy (Partido de la Victoria), cuyo entorno alegó "actividad en el Senado".

Un Estado eficiente vs. la ofensiva capitalista

El primer bloque del debate, centrado en el rol del Estado, expuso las grandes diferencias ideológicas entre los candidatos, aunque sin generar un verdadero diálogo. Juan Manuel Urtubey (Frente Fuerza Patria) reivindicó el "constitucionalismo social", calificando como una "antigüedad" la discusión sobre el tamaño del Estado. Subrayó la necesidad de planificación y educación, afirmando que "la única manera de garantizar el progreso es un Estado que provea condiciones de desarrollo y servicios básicos. No se trata de tamaño, sino de eficiencia”.

En contraste, Flavia Royón (Frente Primero los Salteños) criticó la polarización y abogó por un equilibrio pragmático: “El mercado por sí solo no genera prosperidad. Tanto mercado como sea posible, pero tanto Estado como sea necesario”. Propuso, además, un Estado "eficiente, moderno y transparente".

Desde la izquierda, la crítica fue estructural: Claudio Del Plá (FIT-U) y Violeta Gil (Política Obrera) apuntaron contra toda la dirigencia por apoyar la ofensiva capitalista y sostener un modelo endeudador. Gil denunció el crecimiento de la deuda pública y afirmó que fue pagada "a costa de la destrucción de las organizaciones obreras".

Marcos Tognolini (Movimiento al socialismo) por su parte cuestionó a quienes formaron aprte del Estado como Urtibey y Royon y explicó que "cuando hablamos de Estado pensamos pimero cuál debería ser el rol del Estado. Algunos piensan que es cubrir las necesidades básicas del ser humano. No. Para nosotros, los socialistas, revolucionarios, el Estado no solo debe garantizar las necesidades básicas, sino el pleno desarrollo del ser humano, de la capacidad productiva.

Finalmente, Natalio Iglesias (UCR) y Francisco Rivas (Renacer) mantuvieron posturas más clásicas. Iglesias pidió un Estado moderno y transparente, advirtiendo que "Milei los destruye con la motosierra", mientras que Rivas definió al Estado como "el centinela de los derechos de cada uno".

Federalismo y la grieta ideológica

El eje sobre federalismo, dejó ver las marcadas diferencias ideológicas. Juan Manuel Urtubey (Frente Fuerza Patria) se posicionó en la moderación, reivindicando el "constitucionalismo social" y asegurando que la discusión sobre el tamaño del Estado es "una antigüedad"; en su lugar, pidió "eficiencia" y planificación para proveer servicios básicos.

Por su parte, Flavia Royón (Frente Primero los Salteños) criticó la polarización y defendió un equilibrio: “Tanto mercado como sea posible, pero tanto Estado como sea necesario”. Desde la izquierda, Claudio Del Plá (FIT-U) y Violeta Gil (Política Obrera) unificaron su crítica contra toda la dirigencia política, acusándola de sostener un modelo al servicio del capital.

El eje sobre federalismo se repitió sin fisuras. Urtubey recordó que el NOA solo tiene el 4% de las industrias del país. Royón defendió una mirada "desde las provincias" con firmeza: "Hoy es la hora de las provincias: el mundo demanda lo que tenemos, y yo tengo los ovarios para ir a Buenos Aires a defenderlo”. Del Plá y Gil criticaron el "verso del federalismo" mientras se permite la "minería de saqueo" y la privatización de recursos. En un tono crítico, el radical Natalio Iglesias recordó los 2.400 millones de dólares en retenciones que no se ven reflejados en infraestructura.

Derechos Humanos: del pasado a la canasta básica

El último bloque, centrado en Derechos Humanos, mostró los mayores contrastes. Urtubey hizo un enfático reclamo contra la negación del terrorismo de Estado, mientras que Royón amplió la mirada al ejercicio cotidiano, afirmando que “los derechos humanos también hoy son vivir con dignidad”.

La izquierda, con Del Plá y Gil, elevó el tono. Del Plá calificó al Gobierno nacional como una "máquina de atacar derechos" y advirtió sobre la intención de "liquidar el derecho laboral", mientras que Gil enmarcó la discusión en una dimensión internacional, denunciando la "masacre en curso contra el pueblo de Palestina" y el apoyo del gobierno de Milei.

Finalmente, Marcos Tognolini (Nuevo MAS) propuso vincular el tema con el poder adquisitivo, planteando un piso de “dos millones de pesos para todo trabajador” como derecho básico para progresar.

Una postal de campaña sin confrontación

Cuando la actividad concluyó, la sensación fue unánime: el encuentro sirvió para que cada candidato se reafirmara ante su electorado sin asumir riesgos. Urtubey se consolidó como figura moderada, Royón como la figura de gestión y autonomía provincial, y la izquierda, con Del Plá y Gil, marcó el costado más activo y crítico.

El formato y las ausencias garantizaron que no hubiera debate, ni preguntas cruzadas, ni respuestas incómodas. El encuentro fue un claro reflejo de la campaña salteña: muchas voces, pocas discusiones de fondo y una sociedad que sigue esperando un diálogo que todavía no llega.

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