Mafia, poder, medios y la distracción del Ministerio Público Fiscal
Un escándalo de grandes magnitudes que involucran a un periodista, empresarios de medios, y funcionarios de primera y segunda línea del Gobierno de Salta, parece haber pasado inadvertido para muchos medios de comunicación pero sobre todo para las y los fiscales que deberían investigar los peligrosos sucesos acaecidos.
19/02/2023 RedacciónEsta semana los petardos entre El Tribuno y FM Aries, por el reclamo de Sergio Chibán al ministro de Turismo y Deportes Mario Peña (hijo) que les congeló 7 millones de pesos a los clubes salteños, culminaron con amenazas al periodista de la empresa radiofónica, Daniel Murillo, por oficiar de intermediario entre el club San Antonio y la Liga Salteña de Fútbol. La inmediata defensa de Peña padre y la victimización de la LSF. terminaron con el destrabe de los fondos reclamados. Lo demás, sigue igual. Aun teniendo amenazas inescrupulosamente públicas y la denuncia de las irregularidades del negocio del deporte en Salta, la fiscalía mira para cualquier otro lado.
Que amenacen a un periodista, que dueños de medios de comunicación operen desde sus empresas y que mafiosos -asumidos voluntariamente como tal- con sus negocios a cuestas, sean parte del Estado, sólo pasa en Salta. O no. Pero seguro que sólo en esta provincia, en una semana de aprietes públicos, pasan totalmente desapercibidos para muchos medios y peor aún, para quienes deben investigar para aportar claridad y hacer justicia.
Murillo en su programa de Aries, denunció que recibió amenazas de Sergio Chibán, actual presidente de la Liga Salteña de Fútbol y Secretario de Deportes, sí, de los dos lados del mostrador. El periodista, allegado al club y al básquet en particular, buscó conseguir dinero adeudado a San Antonio, por parte de la Liga ya que el presidente de la institución, Franco Bie, no podía conseguir. Justamente, fue a través del dirigente deportivo que le llegó un audio del funcionario apretándolo y que Murillo utilizó para hacer su show.
“Franco yo no quiero que hables por mi. Simplemente, si está vinculado a tu club, te perjudica. Si querés decíselo, y que mañana diga que lo estoy extorsionando. Porque yo sí soy mafioso. Así que lo habilito a que siga diciendo lo que quiera, porque después de 30 años de fútbol, un insulto de este tipo para mí no es un agravio, es una caricia al alma. Mirá si habré tenido rivales en mi vida. Me encanta jugar en esta tierra... también juego en el barro yo. Pero que no se aparezca como representante de un club afiliado, porque te roza y mucho. Él me llamó, me hizo llamar para que te ayude, fue él a buscar la plata. Entonces si bien quedan pocos códigos en la vida, algunos siguen funcionando en mi cabeza. Pero no le digas nada. Actos, consecuencias”, le compartió Chibán a Bie dejando en claro cómo es el vínculo del presidente de la Liga con los presidentes de los clubes. La amenaza prontamente se viralizó en el mundillo político y periodístico ante la perplejidad de un audio que cristaliza la impunidad con la que actores cínicamente buscan perpetuar sus intereses.
El enojo del funcionario y empresario respondía a los señalamientos al aire de Murillo sobre las incompatibilidades de su función en el cargo público, puesto que preside una Liga de Fútbol que no actúa como asociación civil, sino que funciona como sello a favor de ciertos clubes y emprendimientos comerciales. El más importante se trata de Terra Sport, a través del cual se vende indumentaria deportiva a los clubes salteños. Quien ingrese al mundo del deporte salteño, encontrará la cara de Chibán desde cualquier lado del mostrador.
Sin embargo, no es solo el fútbol local el que se erige como un negociado millonario, con sus empresarios incidiendo de todas las maneras posibles y desde todos los lugares decisivos; sino que también cabe tener en cuenta el rol que juegan las empresas de comunicación, no solamente encargadas de informar, sino también de bajar línea acorde a sus objetivos y su simpatía política. Todo politizado, aunque lo nieguen hasta el hartazgo.
Una parte interesada
Así fue que el fin de semana pasado, El Tribuno en una nota con Chibán denunciaba que el ministro de Turismo y Deportes, Mario Peña -hijo- le trababa fondos millonarios a clubes como una forma de "justificar" las deudas de la Liga Salteña con los clubes salteños que, dicho sea de paso, o estás con el oficialismo o estás excluido. Se tratarían de alrededor de 7 millones de pesos congelados que reclaman, en buena ley, los clubes de la LSF.
El direccionamiento de responsabilidades por parte de Chibán generó la defensa inmediata de Mario Ernesto Peña, quien no solo repudió los dichos del Secretario de Deportes sino que denunció el apriete del diario a su hijo. La devolución vino a través de las desprolijidades con las que opera la Liga. En defensa de su hijo ministro, Mario Ernesto, aseguró que los fondos no fueron asignados a los clubes porque faltaban papeles en regla. “Presenten la documentación, completen el formulario y ya está muchachos”, dijo al aire, desnudando una vez más las irregularidades en el deporte salteño pero como si el ministro fuera él.
Pero que la inocencia no nos valga, que Aries no es un ente abstracto en la discusión. Su dueño, opositor histórico de Romero, sobre todo de Juan Carlos, hoy además suma a su impronta ser vocero mediático del gobierno provincial y Gustavo Sáenz. Muestra de ello son las entrevistas exclusivas otorgadas por el gobernador, la difusión de los partes de prensa y obras de la gestión y de sus alfiles; el constante bastardeo al gobierno municipal, no son más que las consecuencias del acuerdo por el cual Aries es, no sólo caballito de batalla en el escenario oficialista, sino también, por el cual Peña logró un hijo ministro.
Horas más tarde, desde Grand Bourg la orden fue clara y se destrabaron los polémicos fondos a los clubes. Prontamente Chibán reconoció que lo dicho fue "un exabrupto" de su parte, pero advirtió que fue de una conversación privada con Bie "de tipo irónico". "La Liga tiene sus auspiciantes y cuando eso se corta, molesta y mucho", arremetió Chibán contra Aries, no muy predispuesto a bajar la guardia, en el marco de una conferencia de prensa donde fue consultado al respecto. Asimismo, aseguró que quedó "en medio de una pelea política con el diario de la familia Romero", según señaló Cuarto Poder. El dirigente de la LSF hizo hincapié en que se trató de "un medio del cual el papá del ministro es propietario" y que "empezó con todo tipo de agravios hacia mi persona, llamándome mafioso y yo me vi afectado en mi buena fé", lamentó sobre Murillo, a quien aseguró que no le pediría disculpas.
Aun habiendo reconocido ser mafioso, operando contra el ministro de su cartera, y haciendo uso a su favor de los movimientos de los medios de comunicación, jugando a actores del negocio millonario del fútbol, de los medios y la política, pero habiendo logrado su objetivo, cobrando los millones que se le reclamaban a Peña, hoy solo queda silencio. Ni una investigación que procure brindar transparencia a los movimientos del deporte local, ni garantías de la integridad de personas que fueron amenazadas, ni apartamentos o renuncias de funcionarios que se mueven impunemente. Nada.
Así funciona el poder. Los grandes medios con suculentas y jugosas pautas publicitarias, aprietan, presionan, negocian, y aunque lo hagan en nuestras narices, de la manera más inescrupulosamente pública, a costa de amenazas y carpetazos, largando información a medida que es más duro el golpe, ellos transan, se dedican mensajes y ultimátums; sin importar si es el sector privado o el público, una empresa o el Estado, un mafioso, periodista, dirigente o hincha. A todo esto, ¿cómo está el deporte salteño? ¿cuántos ascensos futbolísticos hay en los últimos años? ¿Cuánto sigue perdiendo la provincia en Turismo?