El encuentro entre el ministro del Interior, Guillermo Francos, y cinco gobernadores, liderado por el mandatario salteño Gustavo Sáenz, no arrojó respuestas tangibles a los planteos realizados por las provincias.
La reunión, celebrada en la residencia de Finca Las Costas, contó con la presencia de Francos, Sáenz y los gobernadores de Misiones, Hugo Passalacqua; de Tucumán, Osvaldo Jaldo; de Catamarca, Raúl Jalil; y de Jujuy, Carlos Sadir. Tras participar en los actos conmemorativos por el 211 aniversario de la Batalla de Salta, los líderes compartieron un momento distendido en el que se sirvieron asado, empanadas salteñas y quesillo de postre.
Si bien el encuentro sirvió para aliviar tensiones en las relaciones entre las provincias y el Gobierno Nacional, las demandas de los gobernadores no encontraron respuestas concretas. Desde el ajuste inicial del Gobierno de Milei, pasando por el fracaso de la ley ómnibus y la cancelación de subsidios al transporte, la situación ha sido compleja para las provincias, exacerbada por ataques directos desde el Ejecutivo Nacional.
A pesar de la falta de avances específicos, fuentes cercanas al ministro Francos destacaron que el diálogo continuará abierto y ambas partes son conscientes de la necesidad de construir consensos para abordar los desafíos que enfrenta el país.
Durante la reunión, se abordaron temas fiscales y económicos urgentes para las provincias, así como la necesidad de mayor previsibilidad en los fondos nacionales destinados a las mismas. Se planteó la preocupación por la pérdida de recursos, con una merma significativa en las transferencias automáticas y no automáticas, así como la cancelación de obras financiadas anteriormente.
Sáenz la semana pasada a los gritos dijo que no se iba a arrodillar ante nadie, no obstante, apareció siendo el anfitrión de un encuentro que tuvo muchas ausencias: los gobernadores del norte grande las más notables.