Milei en caída libre: el “espiral descendente” que marca una encuesta

La última encuesta de Zuban Córdoba, difundida por La Política Online, confirma lo que ya se siente en la calle: el experimento Milei entró en caída libre. El gobierno, que se jactaba de encarnar el “cambio profundo”, hoy enfrenta un 60,9% de rechazo social y la percepción mayoritaria de que el rumbo elegido es, directamente, “equivocado”.

Ese número no es un simple dato técnico. Como advierte la consultora, llegar al “techo psicológico del 60%” significa atravesar un límite difícil de revertir. En otras palabras: la paciencia social con Milei y su troupe libertaria se agotó mucho más rápido de lo esperado.

El derrumbe de la “hermana todopoderosa”

El sondeo no deja dudas: Karina Milei es hoy una de las funcionarias más detestadas del país. Con un 68,2% de imagen negativa, se acerca peligrosamente al 70% de rechazo. Su rol como “la dueña del poder” en la Rosada, lejos de consolidar al Presidente, lo arrastra hacia abajo.

El dato más lapidario: seis de cada diez argentinos creen que Milei debería pedirle la renuncia a su hermana y a los Menem. Es decir, la casta que Milei prometió barrer, pero que terminó consolidando con apellido propio.

Promesas rotas y dólar insostenible

El relato del “orden fiscal” choca de frente con la realidad. El 57,9% no cree que el gobierno pueda sostener la actual cotización del dólar, lo que equivale a reconocer que la bomba ya está encendida. Y mientras tanto, los precios siguen comiéndose el salario de la gente común, esa misma gente a la que Milei manda a “aguantar” en nombre de un futuro que nunca llega.

La encuesta también confirma que el 65,9% de los consultados piensa que Milei no manejó bien las crisis recientes —inflación, conflictos sociales y el escándalo de las coimas—. El libertario que se mostraba como el “león” terminó convertido en un gato arrinconado por su propia ineficacia y por un gabinete que naufraga entre internas y favores de familia.

Octubre en la mira

Con un 61% convencido de que, si no cambia de rumbo, el oficialismo perderá las elecciones, el fantasma de la derrota electoral ya golpea las puertas de la Casa Rosada. Y no se trata solo de números: es el síntoma de un proyecto que, en menos de un año, pasó de la épica del “vamos a terminar con la casta” a la tragedia de ser devorado por sus propios monstruos.

Milei prometió dinamitar la política tradicional, pero los escombros le están cayendo encima. Y si no corrige el rumbo, corre el riesgo de que su experimento termine con el mismo ruido metálico que marcó la historia argentina en 2001: el de un helicóptero despegando de la Casa Rosada.