Nación cerró el grifo de financiamiento y paralizó completamente la obra pública

21/05/2024 redacción
saenz-milei

El gobierno de Javier Milei ha dejado a Salta en una crisis de infraestructura sin precedentes. A poco más de cinco meses de su inicio, la premisa de "no hay plata" se ha traducido en la paralización total de unos 70 proyectos de construcción en la provincia. La deuda con Salta en este ámbito asciende a unos 120 millones de dólares, según el ministro de Infraestructura, Sergio Camacho. 

Sin el auxilio financiero de Nación, Salta se encuentra incapaz de avanzar en proyectos de gran envergadura, ya que depende en un 75% de los recursos centrales.

Las obras de viviendas sociales están completamente paralizadas. Se trata de 1.136 casas en la Capital y 791 en el interior provincial. Esta semana, Camacho espera novedades sobre la reactivación de estas obras, pero no sería con fondos nacionales, sino a través de un plan de ahorro con los futuros adjudicatarios de las viviendas. El área de Hábitat de Nación debe autorizar esta iniciativa presentada.

Tres canales de financiamiento nacional están cerrados para la provincia: la Secretaría de Desarrollo Territorial, Hábitat y Vivienda; la Secretaría de Obras Públicas de Nación y la Secretaría de Educación. De la Secretaría de Obras Públicas dependen 10 obras claves en rutas salteñas que están detenidas, incluyendo el arreglo de la ruta nacional 34 entre Metán y Yatasto, la pavimentación de la ruta nacional 51, la ruta entre Orán y Embarcación, y la construcción de un nuevo puente en Vaqueros.

Además, obras históricas como la refacción del Fuerte de Cobos, la segunda etapa de remodelación del monumento a Güemes y el arreglo de la casa donde se crió el máximo héroe gaucho salteño están también inconclusas. La construcción de la Ciudad Judicial de Orán es otra de las víctimas de estos recortes.

El sector de Educación tampoco escapa a esta crisis, con la construcción de seis nuevas escuelas paralizadas, incluyendo la técnica Nikola Tesla de General Güemes, y más de 30 proyectos de ampliación en diversos establecimientos educativos de la provincia en suspenso.

El panorama es sombrío para Salta, con una dependencia crítica del financiamiento nacional para sus proyectos de infraestructura. La paralización de estas obras no solo estanca el desarrollo provincial, sino que también golpea duramente la economía local y las oportunidades laborales de miles de salteños. La reactivación ahora depende de planes alternativos y la aprobación de proyectos autofinanciados, mientras se aguarda una respuesta positiva de Nación.

Otra obra quieta: la planta depuradora sur en la capital salteña, financiada con un préstamo internacional del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), ha quedado detenida. "En teoría, esa obra no debería ser cortada porque es un préstamo internacional que Salta ya tiene adjudicado", explicó en declaraciones a la prensa Camacho.

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