Fuerte denuncia de vecinos de San Lorenzo condicionados por el camión de agua

El intendente de San Lorenzo decidió que entregar bolsones con fines electorales ya es anticuado y poco efectivo, y decidió ir más allá: ahora condiciona a los sanlorenceños de barrios populares, con camiones atmosféricos y aguateros. Hartos, los vecinos denuncian persecución, ya que se les quita la posibilidad del agua si charlan con candidatos de otro espacio o no contribuyen con los empleados del municipio que se dedican a administrar los recursos en los barrios

12/05/2023 Peperina
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En tiempos de cierres de campañas, donde las encuestas aprietan y se apela al voto popular, algunos de pocos escrúpulos no dudan en acudir en lo que más a mano tengan; a tal punto, que la necesidad de la gente, puede ser la ventaja para la continuidad de su poder.

El intendente de San Lorenzo, Manuel Saravia, fue denunciado por los vecinos de los barrios populares del municipio, que son condicionados con un derecho humano que nunca debería ser utilizado para coaccionar a nadie: el agua

A través de los punteros, el intendente sabe a quién votará cada vecino, si mantiene diálogo con otros sectores alternativos al oficialismo o si no colabora con los “referentes de zona”, como el oficialismo sanlorenceño organizó el territorio. Estos operadores territoriales propios, quienes se ensucian en nombre del jefe comunal que busca la reelección, son quienes reparten recursos y definen los destinos del camión atmosférico o el aguatero, bajo criterio de adhesión política. Quien desee agua, derecho inalienable e innegociable, deben hablar con el dirigente de Saravia más cercano.

Ante el reclamo insistente de una familia, una referente zonal les aseguró: “Mire, señora, usted está en la lista, pero no vino el camión, me dijeron que me lo mandan mañana, y si viene, pasa por su casa”, le garantizó como si estuviese repartiendo objeto cualquiera, cuando se trataba de la maquinaria que busca palear la falta de cloacas. “Me contestan que continuamente se les entrega a los mismos, que va a hacer a los que están hace seis meses primero y después continúan con ustedes; ahora se nos vino el reclamo de todos”, le confiesa la operadora territorial a la vecina que se contacta. “La lista” es el seguimiento personal y persecutorio que lleva adelante el municipio sobre los electores.

Como los vecinos presionan un poco más, la mujer les garantizó: “Ya veo como soluciono, voy a hablar con el doctor Manuel”. En los audios que los vecinos decidieron filtrar, hartos de la persecución que sufren por un poco de agua o la presencia del camión atmosférico, a la que no deberían someterse de contar con el acceso directamente en sus domicilios, son varias las mujeres que coaccionan a los sanlorenceños. Los casos se dan en barrio policial, que hoy depende del camión que transporta agua, “que encima cuando va rompe las losas por el peso de la manguera”, como también en UPCN, donde esperan por el camión atmosférico.

En otros mensajes que llegaron a la redacción de El Tintero, donde una operadora le respondía a los vecinos que se encontraba “haciendo rastrillaje” les respondía que la “la lista fue hecha hace una semana”, les reclamaban. Por otra parte, otros vecinos aseguraron que se utiliza el mismo modus operandi para la entrega de garrafas sociales ¿Acaso no cuenta el gabinete con trabajadores y funcionarios que garanticen el acceso al estado como corresponde?

Ante la insistencia por el camión que no llegaba, una operadora le preguntó a una vecina: “No quiero que lo tomes mal ni personal, ponele si yo lo llevo al doctor, no sé si da que lo lleve cuando puede ser que tenés un cartel en tu casa de esta chica Julieta”, cuestionó la empleada de Saravia, haciendo referencia a Julieta Valencia, candidata de Juntos por el Cambio. Es decir, para acceder a unos litros diarios de agua, los vecinos deben jurar lealtad a Saravia en las urnas este fin de semana. 

“Está viniendo el chico que es referente en mi zona, yo le planteo tu tema y le digo, si el me da el ok yo no tengo drama lo haría, no sé si ahí había algo malo y cualquier cosa lo llevo”, advirtió a otra vecina una empelada oficialista, garantizándole que tendrán agua, siempre y cuando “no haya nada malo”. Lo malo podría traducirse desde la falta de una acción orgánica, hasta un like en una publicación de redes sociales.

Cada campaña trae algo nuevo: se han visto desde el sello de votos en papel, a canastas de alimentos o sorteos costosos. Jugar con el hambre del pueblo, no es novedad; pero hay que reconocerle a Saravia que innovó aprovechándose de la sed y la falta de infraestructura sanitaria de los más humildes.

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