“Primero la familia”: Manuel Saravia y Gustavo Sáenz, gabinetes familiares para cuidar el poder
Siempre que haya un negocio, allí habrá un familiar. No hay que escarbar mucho para encontrar a los familiares de quienes gobiernan en cargos estratégicos para digitar el poder. En San Lorenzo, en el área de la obra pública, la justicia salteña y las decisiones ejecutivas, son cargos ocupados por familiares directos del actual intendente Manuel Saravia que le cuidan las espaldas. Por su parte, Gustavo Sáenz cuida el negocio inmobiliario, la minería y la agroindustria colocando en los cargos a los familiares de su esposa, Elena Cornejo San Miguel. La premisa es colocar en funciones cruciales a personas de confianza.
09/04/2023 PeperinaCuando los políticos llegan al poder, lejos quedan esas declaraciones donde afirman que armarían los mejores equipos, que sumarían a sus gabinetes a los mejores técnicos, a los más formados y expertos en cada área. Esos, son prescindibles. Mucho más en Salta, donde gobernar no es implementar un plan estratégico y sistemático de gobierno; gobernar es administrar poder. Por tanto, si uno entiende que no disputa electoralmente para transformar, sino para domar el poder en base a intereses propios, sabe que la premisa para conformar su equipo de gobierno será otro valor poco tenido en cuenta para el afuera: la confianza.
Es así que cuando uno recorre los gabinetes de los últimos gobernadores encontrará entre los principales hombres y mujeres un vínculo anterior, en aquella búsqueda permanente de lealtad: amigos entrañables del barrio o la vida; compañeros del colegio, la secundaria o la universidad; viejos compañeros de militancia, en sus años más joviales y por supuesto, familiares. ¿Qué lugar más seguro que con aquel o aquella que te conoce de toda la vida? ¿Cómo podría traicionarte tu propia sangre? Así los gobiernos locales y municipales se convierten en el sustento familiar de un amplio árbol genealógico, donde el estado es asumido como una pyme familiar. Siempre que haya un negocio, allí habrá un familiar.
Sin ir más lejos, claro ejemplo de esta situación conocida como “nepotismo” es el gobierno local de San Lorenzo bajo la intendencia de Manuel Saravia. De orígenes radicales, adherente de Juntos por el Cambio, el actual intendente llegó al gobierno a través del frente oficialista Unidos por Salta, en 2019. Hace no poco tiempo se mostró como parte de la “línea fundadora” del PRO, comandada por figuras como Beto Castillo, Andrés Suriani, Martín de los Ríos, Nicolás Avellaneda y otras figuras, que anunciaron su pertenencia a UxS acompañando a Gustavo Sáenz y Bettina Romero. Sin embargo, Saravia fue sorprendido por este frente en su propio territorio que postula la candidatura a intendente del propio Benjamín Cruz, actual secretario de gobierno de Bettina. Por esto, en contra de sus propios principios, Saravia se presenta por el frente Vamos Salta en búsqueda de su reelección junto a Emiliano Durand.
Para manejar la caja sanlorenceña durante esta gestión, toda la familia se puso a disposición de la causa. La prima hermana de Saravia, María Diez Sierra Saravia, fue coordinadora general de la Municipalidad y en el 2021 asumió como concejal para apoyar al bloque oficialista del intendente; y es esposa de Francisco Aguilar, el ex director del COE. Su primo hermano, Jorge Federico Klix Saravia, fue ministro de Infraestructura, Tierra y Vivienda de Urtubey y ahora es el actual secretario de Obras Públicas, desde donde puede digitar el gran negociado de las licitaciones públicas y las empresas de construcción.
Asimismo tuvo su paso por el municipio el primo político de Saravia, Martín Díez Villa, que a su vez es hermano del secretario del Interior y ex diputado Javier Diez Villa. Martín hizo valer la relación filial entre Manuel y Javier para suceder a Gabriel Chibán y el año pasado, juró como Defensor General de la provincia. Chibán, por su parte, asumió como juez de Corte; y así es como se suceden los cargos en la justicia salteña. Otra Saravia juega en esta rama del árbol genealógico y es la secretaria de Defensa del consumidor, Pía Saravia.
Manuel Saravia tampoco se inmutó en designar como funcionaria a su propia mujer, Soledad Ocaña, como secretaria de Acción Social y a su sobrina, Agustina Saravia como jefa de personal. Así también cabe mencionar el paso de Rodrigo de la Serna, primo de los primos Saravia, que fue secretario de gobierno. La obra pública, la justicia y las áreas ejecutivas de San Lorenzo, en manos de la familia.
Pero para ser justos, a Saravia no se le puede adjudicar una formato de gobierno que, él mismo podría alegar, es el mismo que implenta el gobernador Gustavo Sáenz. Aunque su movimiento quiso pasar imperceptible; el medio El Disenso dio a conocer el entramado filial que armó el mandatario para convertir el estado en el emprendimiento familiar. Porque como diría ese viejo dicho: “Primero la familia”.
Su esposa, Elena María Cornejo San Miguel, desde un comienzo fue su protegida laboral, cuando en 2015 fue nombrada como parte de la estructura política de la Municipalidad, al ser Sáenz intendente. Cargo que al día de hoy percibe un monto de casi $183 mil pesos, según señala el medio digital. Actualmente, Cornejo San Miguel es subsecretaria de Coordinación de Museos, puesto que lo de ser sólo primera dama no le cerraba, que como veremos a continuación, es la gran mimada del jefe de estado provincial.
El hermano de esta última, Gustavo Adolfo Cornejo San Miguel, es decir, cuñado del gobernador, de inspector de la Dirección General de Aduana fue ascendido a Administrador de la Aduana de Salta. El corredor inmobiliario Federico Cornejo San Miguel, otro cuñado del gobernador, fue nombrado como Director de Energías Alternativas de la Secretaría de Minería y Energía del Ministerio de Producción y Desarrollo. Su designación lleva la firma de sus dos cuñados.
De hecho, el flamante ministro de Producción y Desarrollo Sustentable, Martín de los Ríos Plaza, es el esposo de Virginia Cornejo San Miguel, hermana de Elena. Desde allí, los principales negocios con la minería y el litio, como de las producciones locales y de la agroindustria pasan por el funcionario del poncho salteño. Asimismo, Luis Cornejo Revilla, primo de Elena, es el Director General de Inmuebles de la Provincia de Salta.
El matrimonio Sáenz-Cornejo no sólo se erige como una pareja que llegó a la oficina de Grand Bourg, sino a ocupar los lugares estratégicos vinculados a los negocios de las economías locales, inmobiliarios, y por supuesto, políticos.
Seguramente, haya otros familiares ubicados en los lugares más visibles y los más recónditos del estado; lo mismo en cada municipio salteño, donde las dinastías familiares prevalecen por años. Todos con el mismo objetivo: cuidar la caja chica -y grande-. Sea por el cobro de un impuesto, por el manejo de un fondo o por la asignación de una partida. En la justicia, cajoneando las causas que no resulten del agrado de los oficialismos gobernantes. En los negocios, cuidando los intereses de las familias. En esos lugares, siempre habrá alguien de confianza para quien administre el poder. Total, todo queda en familia…