Curso de ploteo vehicular | Alexandra se abre paso en un negocio dominado por hombres

Tiene 31 años y debió reconvertirse en plena pandemia. Alexandra de metió se lleno en el mercado del polarizado y el ploteo. Su trabajo de alta calidad le valió posicionarse entre los mejores del rubro. “Cuando me contratan, me dicen que es por la atención al detalle que le ponemos”, asegura en esta nota exclusiva en donde brinda detalles del curso que prepara para los días 20 y 21 de enero en Salta.

General 05/01/2023 Ramiro Jiménez
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Flyer del curso de ploteo vehicular

Alexandra Asch es mamá, estudió para asistente de laboratorio pero un accidente en su moto cambió por completo su visión del mundo del trabajo. “Llegué a este negocio, donde generalmente trabajan hombres, luego del accidente. Perdí mi trabajo. Mi hermano hace polarizados y, como vivimos cerca, comencé a ir al taller para acompañarlo. Comencé a interesarme y me ofrecí a darle una mano con el tema papeles y me interesé aún más”, relató la emprendedora que ahora busca compartir lo aprendido para que más mujeres y hombres puedan desarrollarse en un mercado con pocas capacitaciones.
 
A partir de ese momento, continuó, vio la posibilidad de vender el material utilizado para el trabajo, pero entendió también que, para hacerlo de mejor manera, debía también conocer los entretelones de la colocación. “Esto del polarizado era algo que vi que podía manejar para salir adelante. Todo lo que es vehicular se mueve mucho y te abre muchas puertas, siempre y cuando a uno le guste. Iba a colocar ventanales a una oficina y ahí nomas me preguntaban si no conocía alguien que haga lo mismo en otros materiales. Claro, es algo que yo podía hacer. El objetivo era aunar todo en un solo trabajo, desde una oficina a un auto o una moto”, indicó Alexandra a El Tintero de Salta.

Entendió, además, que en el detalle y en la prolijidad estaba la clave del negocio. “Por ahí me llaman para hacer trabajos en grandes ventanales y lo primero que me dicen es que me contratan porque me tomo el tiempo para hacer el trabajo, que me fijo que quede prolijo y que soy muy fina en los detalles como el grosor del vidrio o el material que voy a usar”, aseguró.
 
Esa filosofía de trabajo la extiende a su equipo de trabajo: “Tiene que tener una dedicación y delicadeza, lleva su tiempo, no es que vas, lo pones y listo”, destacó.
El negocio marcha muy bien, explica Alexandra, a tal punto que se puesto como meta dictar cursos para una rápida salida laboral.

“El mercado es amplio: se pueden plotear motos, autos, vidrieras, lo que te imagines. Después quiero traer expos para promocionar marcas nuevas. Me gustaría que se comience a generar un movimiento y, consecuentemente, fuentes de trabajo”, finalizó la emprendedora.

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Asch junto a su equipo de trabajo se preparan para compartir conocimientos

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